sábado, 8 de marzo de 2014

COMUNICACIÓN EN LA PAREJA

La comunicación en términos generales significa poner en común. Es una palabra que viene del griego communis  y esta a su vez del latín religare que quiere decir unir.

Es la posibilidad que tienen dos o más personas de intercambiar significados y de poner en común las opiniones y criterios que se tienen sobre un tema o una situación particular, y que antes de iniciarse el proceso comunicativo era exclusividad de una de las partes. La esencia de la comunicación se encuentra en la reciprocidad e igualdad de los agentes que intervienen en ella. Para que se de la comunicación, ambas personas deben estar en igualdad de condiciones de expresar sus opiniones y al mismo tiempo de escuchar y procesar la información de su interlocutor para incorporarla o no a la visión que tenga de los hechos. La comunicación así entendida es exclusiva del hombre como ser racional. Los animales se dejan llevar por sus impulsos, por sus instintos, y el hombre en cambio puede escuchar, razonar y argumentar. Cuando el ser humano impone sus criterios sin escuchar al otro cae en el plano de la irracionalidad que nada difiere del uso de la fuerza bruta con que otras especies hacen sentir su poder y su dominio en determinados territorios.

En la relación de parejas y en la familia en particular, es el lugar donde el ser humano pone en práctica su capacidad comunicativa y negociadora o su concepción autoritaria de la relación de pareja y del desempeño de los distintos roles que tengan en el hogar.



¿POR QUÉ Y PARA QUÉ NOS COMUNICAMOS?


Nos comunicamos simplemente porque a través de ella el hombre alcanza su plenitud como ser inteligente a través de la relación que alcanza con los otros. Nos comunicamos para interactuar con el grupo, para expresar nuestros sentimientos, emociones, y nuestras ideas. Sólo en las sociedades dictatoriales, se limita al otro el derecho de decir lo que piensa o lo que siente. El otro tiene derecho a ser escuchado a ser valorado. El otro tiene derecho no sólo a hablar y a decir lo que quiere sino que además, estamos en la obligación de aceptar que hable, es  decir nosotros tenemos la obligación de respetar ese derecho. El niño en su etapa de formación requiere que se le brinde esta posibilidad comunicativa y además debe se reforzada con la risa, con un abrazo, con un gesto o simplemente a través de la aprobación de lo que él hace.

Algunas personas son más o menos expresivas y comunicativas que otras. Si bien se dan estas diferencias, todos por igual deben ser valorados y respetados en su libertad de comunicación e interrelación.

¿Qué hace que una persona tenga más posibilidades de comunicar que otras?

Partimos del hecho de que la comunicación es una. NO hay una persona que comunique más que otra, porque por nuestra naturaleza somos seres comunicativos. Por el hecho de que alguien hable mas que otro no significa que la comunicaron sea mejor, la condición es la misma y eso es lo que cuenta. Se puede hablar poco pero si permites que el otro hable y exprese lo que siente e muy valido y quizá es  mas valiosa en el intercambio de contenidos que aquél que solo habla y no da la oportunidad que el otro también sea escuchado.

Repito, la comunicación es una, sólo varía la intensidad y las formas de hacer que el otro comprenda lo que quiero transmitir. Algunos son más expresivos y comunicativos por la forma de ser, porque se han desarrollado en hogares que también tienen diferencias en las prácticas comunicacionales. El lenguaje es lo que hace posible el proceso comunicativo.

Hay dos  formas de comunicación como son la comunicación verbal y la no verbal.

La comunicación verbal es la que utiliza la palabra hablada o el lenguaje oral como herramienta de transmisión y recepción de contenido. La comunicación verbal requiere el uso de todos los órganos que hacen posible el proceso de producción, transporte y modulación del sonido desde el instante cuando se produce por el paso del aire a través de los pliegues bocales, hasta cuando sale expulsada a través de la boca después de haber sido modificado, regulado, y modulado por todos los órganos que encuentra durante su recorrido como son: pliegues, lengua, paladar, dientes, cavidades nasales, mejillas, y labios.

Además de los significados y contenidos de las palabras pronunciadas, los matices y la distinta fuerza que se use para pronunciar cada palabra también llevan un significado implícito que podría, en determinado momento,  afectar positiva o negativamente el resultado final, o  facilitar o interrumpir la comprensión, aceptación y asimilación del mensaje recibido. No significa lo mismo que una madre llame a su hija con ternura diciendo :…¡Camila…no toques eso, porque te vas a quemar!...a que lo haga con un tono mas fuerte  y con palabras ofensivas: …¡Hey pedazo de  &$·”//%!!  deja eso que te vas a quemar Nojoda…!!!.

Muchos seres humanos utilizan los gritos y las palabras ofensivas para hacerse oír. Obviamente es una manera equivocada de hacer uso del lenguaje como herramienta comunicativa. En la relación de pareja, el lenguaje oral alcanza su mayor amplitud significativa no sólo con las palabras sino con la manera como estas se pronuncian, puede hacer que nuestra pareja caiga rendida a nuestros pies o simplemente se aparte de nuestro lado.

Además  de la comunicación verbal, hay  otras posibilidades  de interacción con los demás, que sobrepasan las posibilidades  del lenguaje verbal  y es la comunicación no verbal, otra herramienta comunicativa  clave. El cual está basado en otras formas de interacción con el otro, como es el tacto, las señas, los signos y símbolos. Cada una de estas formas comunicativas pueden estar cargadas de significados que pueden ayudar a mejorar nuestra relación. El tacto y las caricias por ejemplo, son muestras de cariño, del amor de afecto. Sólo se acaricia a alguien muy cercano a nosotros. De la misma manera aceptamos caricias de aquéllas personas que pertenecen a un círculo muy cerrado y cercano a nuestros afectos. Así como las caricias son maneras de expresar cariño y amor hacia quien la recibe, la forma en que se hace también lleva implícitas su significado. No es lo mismo acariciar a la mamá, a un hijo o a un hermano que a la pareja puesto que cada una tiene motivaciones distintas.

Ambas formas de comunicación verbal y no verbal son igualmente importantes para estrechar los lazos de fraternidad con quiénes nos rodean. Los seres humanos  comunicamos nuestros  sentimientos  de ambas formas.

Los esposos que se aman no pueden dejar de expresarse ese amor a través de las palabras, caricias y actos de ternura. Es urgente que los esposos se digan algo; la sociedad necesita que su comunicación sea sólida, transparente, amorosa. La comunicación  entre los esposos debe ser escuchada con palabras, hay que reafirmarlarla con la cercanía y el tacto y hay que demostrarla con los hechos. Esta comunicación, en los tres niveles palabra, cercanía y hechos,  los hace más cercanos, más íntimos,  más pareja..

A nuestra oficina llegan personas a consultar de qué manera pueden saber si su pareja los aman. Porque a pesar de compartir juntos durante años, esa persona nunca expresa con palabras los sentimientos guardados en su corazón. Esto es normal en algunos casos, porque hay individuos que nunca han recibido afecto y en esta condición es muy difícil ser capaces de darlo a los demás. Por otro lado por la boca sale lo que se lleva por dentro. Si hemos cultivado el amor recibido de nuestros padres y de nuestro hogar será más fácil compartirlo y ofrecerlo a los otros. En este sentido lo primero que se sugiere a las parejas es que se conozcan plenamente, considero  que si los esposos son capaces de identificar sus limitaciones, más que exigir que el otro exprese lo que siente en su corazón podríamos ayudarles a que lo expresen, o en su defecto podríamos lograr que esa persona nos haga saber de que manera expresa sus sentimientos.

Otras formas de comunicaron no verbal son las señas y los símbolos. La sociedad  por convención le ha  dado  a determinados tipos de signos una significación, el cual puede variar de una ciudad  a otra, o de una nación a otra. Por ejemplo, las calles de nuestra ciudad están señalizadas en cada cruce facilitando la orientación de las personas que las transitan.

En las relaciones interpersonales también utilizamos los signos y señas  para orientar, para indicar, o simplemente para expresar algo. Ejemplo, si pongo las manos en mi pecho y llamo la atención de mi pareja y después uno las manos, le estoy indicando  cuanto la amo. O por el contrario, si aprieto mi puño y hago un ademán de agresión, le transmito rechazo, odio.

Los símbolos no son otra cosa que las representaciones visuales que significan algo distinto a lo que es. Ejemplo, una bandera simboliza todo un país. La paloma, simboliza el Espirito Santo  y la paz. Un guiño de ojo, representa picardía.  Todas estas formas de comunicación permiten que el hombre haga más fácil sus relaciones interpersonales.
Otras formas de comunicación son los gestos  y actitudes que asumimos ante los demás. Un gesto, una mirada y la posición del cuerpo reflejan nuestro grado de aceptación o rechazo de una persona.

Todas estas formas, orales y no verbales de comunicación pueden lograr que la convivencia en pareja sea grata o tediosa. Alguien que se sienta agradado con nuestra compañía lo deja entrever, en su rostro, y  su mirada. Lo mismo si no somos agradables.

Las parejas cuando alcanzas cierto grado de madurez y conocimiento del uno por el otro, pueden alcanzar  a leer lo que piensa su pareja ante determinada situación sin pronunciar alguna palabra, sólo con su mirada y si forma de reaccionar ante el estimulo externo. Por otro lado, los esposos se comunican más con sus gestos, con sus actitudes de ternura, que con las palabras. No digo que esto sea correcto, pero llega un momento de la relación, cuando las palabras se pronuncian en menor escala, y toman mas fuerza el tacto, las caricias, como expresión de ternura, pasión o simple aprobación. Por ser tan importante la comunicación en la vida ordinaria del ser humano, hay que conocerla plenamente y ejercitarla periódicamente y permanentemente. 

domingo, 2 de marzo de 2014

¿ QUÉ HACER CUANDO LOS INGRESOS SON LOS MISMOS Y LOS GASTOS SE HAN AUMENTADO?

Cuando los ingresos son los mismos y los gastos se han incrementado, la solución parece fácil, porque alguien podría decir produzca más  y punto, sin embargo no lo es tanto, por las prevenciones, por nuestros apegos, por nuestras creencias, y por nuestros miedos.

Los seres humanos tenemos la bendita manía de apegarnos a aquellos proyectos  aunque ya no nos produzcan lo mismo de antes, porque pensamos que es la mejor manera de obtener recursos. Esto se puede corroborar fácilmente, hay algunas personas que envejecen con sus proyectos. Lo más seguro es que en su barrio haya alguien así. Toda la vida se dedicó a vivir de una actividad y aunque los años hayan pasado y no  le vea tan próspero como antes ahí sigue insistiendo en lo mismo. Es necesario trabajar para no apegarnos a las cosas, ni mucho menos a los negocios, hay que diversificarse.  Segundo los miedos también bloquean a la persona. Algunos piensan que si cambian de actividad, van a acabar con su patrimonio y no se dan cuenta que  la actividad actual es lo que los está arruinando.  Además de los apegos y los miedos, hay un tercer factor que bloquea  a las personas, son las prevenciones. Algunos se pasan la vida evitando cometer errores, es correcto, pero las prevenciones exageradas nos hacen pocos arriesgados por considerar que los demás están a la caza de nuestros recursos.  Hay que atreverse,  hay que lanzarse porque el mundo lo conquistas los hombres y las mujeres que son hozados.

Teniendo en cuenta lo anterior, si los ingresos son los mismos y los gastos se han incrementado, tienes sólo dos alternativas y en ambas se debe trabajar para salir de la crisis. La primera buscar otras actividades  que te generen ingresos adicionales y segundo ajustar los gastos  aunque estos duela. No basta con reducir gastos, porque sacrificas a todos  en el hogar. Además de reducir los gastos, es urgente buscar más ingresos. En este reto deben comprometerse no sólo la pareja sino incluso todos en la casa hijos, hermanos y los que habiten en casa.

En lo que tiene que ver con el incremento de los ingresos, hay que reconocer que algunas personas de las clases menos favorecidas en términos económicos, tienen la creencia de  que los ricos ya están completos y que por lo tanto no tiene sentido  trabajar más. Ante estos argumentos,  creo que todas las personas deben convencerse de lo contrario, los ricos no estarán  completos mientras los que hoy son pobres no estén en ese grupo. Por lo tanto, todos deben trabajar fuertemente para  intentar ingresar a ese grupo. Es claro  que no siempre los ingresos se pueden incrementar  trabajando sólo, es urgente involucrar nuevas personas, nuevas ideas, nuevos proyectos.

Está demostrado que los tiempos de crisis son la mejor oportunidad para crecer y para ser mejorar. Incluso aun mejores que los tiempos de abundancia y  prosperidad. Las adversidades hacen que el hombre se vuelva creativo e innovadores. La prosperidad y la sobreabundancia nos hace estar confiados, nos hace adormecernos y se constituye en  la mejor oportunidad para que la competencia se prepare y enfile todas sus fuerzas en contra nuestra  y en contra de lo que hacemos.  Si se es empleado y no ha tenido ninguna posibilidad de obtener mejores ingresos, hay que buscar la posibilidad de que la economía familiar mejore con la venta de algún tipo de servicios o de productos. Es posible que la adversidad y la estrechez económica sea la oportunidad que te esté dando la vida  para que salgas de la rutina y consigas nuevas posibilidades para estar mejor junto con los tuyos. 

Nuestros trabajadores latinoamericanos  que están vinculados a la fuerza laboral como empleados, si miran hacia  atrás y revisan lo que ha sido   su vida desde el instante en que ingresaron a esa empresa y lo comparan con el presente,  tal vez ha pasado mucho tiempo y las cosas sigue igual o peor en términos económicos. Como consecuencia del tiempo transcurrido se percibirán más viejos, con menos fuerzas, con menos ilusiones que antes  por la pasividad de   en su trabajo. Los animamos a seguir adelante porque hay todavía muchas cosas por conquistar en el mundo, además tus hijos, tu familia espera lo mejor de  ti, cambia de actitud  despierta tus sueños y  lánzate a la   conquista de tus sueños adormecidos.  La frase clave es entonces, aumentar  los ingresos  a base de trabajo sano, responsable,  y respetuoso.

 En este caso, la tarea es de todos no sólo del que sostiene el hogar, todos  están llamados  a aportar su granito de arena para que el dinero de la casa se invierta mejor, y se produzca más. La esposa con su disciplina de ahorro, los hijos cuidando y haciendo crecer el patrimonio y el esposo renunciando a toda posibilidad  de gasto extras. 

 Hay que hacer sentir a los hijos que su aporte a la economía es muy valioso, los primeros ingresos que se obtiene cuando  se es adolescente  producen mucha alegría al joven, aunque sean pocos, hay que animarlo, hay que felicitarlos y hacerles sentir que por sí sólo se constituyen en una ayuda para el hogar  en la medida en  que esos ingresos extras ayudan a los padres a reducir sus gastos por transporte, meriendas y otras  necesidades del adolescente  que ahora podrás ser satisfechas por sus  esfuerzo personal. Insisto todos somos responsables de  los ingresos y de los gastos que se realizan en la casa. 

Por otro lado, no se puede aceptar que sólo una persona asuma la carga de todo cuando todos los demás tienen ingresos estables. Esto lo digo porque algunos padres caen en el exceso de que, por amor a sus hijos, cuando ya  estos se incorporan a la vida productiva, se abstienen  de pedirles que asuman el pago de algunos gastos menores como  servicios y demás, porque consideran que es su dinero y no están en la obligación de ayudar. No es una actitud sana porque se está fomentando la irresponsabilidad. Todo adulto, miembro de la familia, y que se encuentre viviendo en el hogar, si está en las condiciones, debe aportar a la economía. Recuerdo que un empresario de amplio reconocimiento nacional decía que todo peso es importante, por pequeño que sea, lo que cuenta es que sume. Esto aplica a la hora de cobrar cualquier deuda, algunos individuos se abstienen de recibir pagos parciales porque les interesa la totalidad de lo adeudado. No, si el otro está en condiciones de aportar algo pequeño, eso también cuenta. Dicen los abuelos,  valen más las buenas intenciones.

Los ingresos que los niños obtienen con los ahorros logrados  por su propio esfuerzo y sacrificio también debe ser un motivo de estímulo  y felicitaciones por parte de los padres. Igualmente  hay que orientar   y   estimular  toda iniciativa que se tenga a esa edad para aportar  a la economía. No se pueden cortar las alas, no se puede menospreciar  e ironizar por alguna idea que parezca poco inteligente, simplemente orientar. Algunos niños por ejemplo   son sancionados  al ser  sorprendidos en los colegios vendiendo  dulces y  copias de video juegos.  Aunque no es sano  que  utilicen este espacio para este tipo de actividades los profesores y los padres, repito deben saber  orientar  esas iniciativas, no castrarlas  porque de esta manera se está bloqueando una actitud creativa.


En este primer punto insistimos en la necesidad de aumentar los ingresos. En la medida que la familia crece en número y tamaño, los gastos son mayores. Obviamente  no es lo mismo los costos por la educación  de un niño a los que se presentan cuando estos están en la universidad. Igualmente sus necesidades aumentan en tamaño  y en calidad. Cuando niño nos damos el lujo de decidir por ellos la ropa y el calzado que van a utilizar.  En la adolescencia y siendo adultos  toman sus propias iniciativas en este sentido.   Los incrementos de los ingresos sólo se obtienen con trabajo, inteligencia y creatividad.  Hagamos de la producción de dinero un ejercicio familiar para poner a prueba nuestra creatividad.

¿QUÉ HACER CUANDO EL DINERO NO ALCANZA?


No es posibles presentar aquí formulas mágicas pata convertir un billete de 10 Euros en un billete de cien Euros. Tampoco pretendo   citarles los números de la buena suerte para que se ganen la lotería  y ya, de manera rápida, resolver este problema de la escasez de  dinero. Encuentro personas que para mejorar sus condiciones económicas consultan a falsos numerólogos o gastan dinero en brujerías y adivinación. Incluso se atreven a comprar determinadas aromas para  rosear la casa o el negocio, supuestamente para mejoras los ingresos. Esto no funciona,  esto es una estrategia que utilizan  los avivatos para sacarle plata  a los incautos, a los crédulos. Bien se podría utiliza el dinero gastado en estas cosas  para mejorar los ahorros  de la familia.

Lo primero que hay que hacer es identificar ¿por qué no alcanza el dinero recibido? Cuáles son las razones por las que el presupuesto familiar  se ve tan reducido. Es una tarea que debe ser desarrollada por ambos miembros de la pareja, no sólo él o sólo ella. Son ambos los que deben involucrarse en este ejercicio, porque las decisiones que se puedan tomar van a afectar a los dos. No pretendo ser dogmático  ni mucho menos pontificar sobre el tema financiero de la familia, pero sí creo que ante toda crisis  en la relación y particularmente a las que se originan por la situación financiera de la comunidad familiar, la pareja no puede olvidad de que unidos son mayoría, ambos pueden encontrar posibilidades de solución a estas crisis que generalmente no son eternas. De un tiempo para acá se  ha puesto de moda resolver estas crisis  con la separación o vendiendo todo lo que se había adquirido con esfuerzo.   Y en realidad esta no es la solución.

Los matrimonios que se separan supuestamente porque tienen problemas económicos en el fondo  hay otra razón de mayor peso, que a lo mejor de al cual no se han atrevido  hablar por temor,  por apatía o simplemente por no hacerle más daño a la otra persona. Hago una pregunta ¿qué  daño puede ser más grande  que aquel que se le causa a una familia cuando se destruye la base de ella como es la relación de la pareja que los sostiene? Si ya no se produce, si ya no se es rentable para el otro, si ya no se puede visitar los sitios que frecuentabas antes, como clubes sociales, centros  de  diversión exclusivos, quiere decir que la otra persona ya no me sirve? Esta es una visión utilitarista del matrimonio. La pareja debe amarse  por encima de cualquier circunstancia adversa. Dice San Pablo en la carta a los efesios que cuando un hombre y una mujer unen sus vidas, se comprometen a estar juntos en la salud y en la enfermedad, en la abundancia y en la escasez,  en la alegría y en el dolor,  es decir  estarán juntos siempre. Si una situación adversa, repito, pone tu relación en crisis, hay que poner en duda la fuerza y la calidad del amor que los unió. Alguien que se une al otro sólo por el dinero, es un apersona que no vale la pena, porque ve al otro como una mercancía,  ve al otro como una fuente de producción y no puede ser así.

La realidad es que la mayoría de las crisis al interior de las parejas matrimoniales, tienen su origen por las dificultades  a nivel económico.  Claro porque cuando ya no hay dinero sólo queda el amor que se da, el amor que se comparte, las ilusiones para estar juntos. Sólo parejas que se amen pueden hacer divertida el permanecer sólo con su pareja. Y digo sólo porque hay que recordar que cuando se cuenta con recursos económicos los amigos llegan por abundancia, la gente quiere estar cerca de ti, la gente visita y se muestra solidario. Pero cuando eso a nivel material se va, sólo te acompaña quien te ha amado siempre.

 Algún marido  irresponsable que antes haya sido rico y que por sus actos irresponsables hoy está en la ruina puede decir entonces que aún, amparado en el amor, puede tener derecho a recibir todo el amor, la comprensión y la compañía de su esposa  ahora que está en la ruina? La verdad no lo garantizo porque una cosa es estar sin dinero porque se perdió el empleo o porque el negocio que creíamos rentable no lo fue  tanto y otra bien distinta es el hecho de que por los malos manejos se acabe con lo que juntos han construido. Hay muchas personas que han arruinado a la familia por una infidelidad, por su terquedad y por creer que solos podían por lo tanto no compartían las decisiones a tomar con sus familiares.

 Tendríamos que preguntarnos qué tanto  se conocen durante el noviazgo, qué tanto se preparan para no desfallecer cuando estas situaciones se presenten. 

MANEJO DE LA ECONOMÍA FAMILIAR.



Es  común encontrar personas que se quejan porque el dinero no   alcanza. Por más recursos que ingresen a la economía del hogar siempre falta algo más para satisfacer las necesidades del grupo. Por lo tanto, en la relación de pareja, el manejo adecuado  de los recursos económicos, garantizan en parte una convivencia armónica. Aunque las exigencias del  mundo contemporáneo ha lanzado a la mujer a  sumarse a la fuerza laboral,  y aquella que, por su instinto maternal o por la manera particular de concebir su papel dentro de la familia, decide quedarse en el hogar, educando a sus hijos, y dándole lo que más necesitan como es su presencia y su amor, es considerara como anticuada, conformista y sin futuro, en ambas posiciones que desempeñen ellas, quedarse en la casa o sumarse a la vida productiva, su papel es determinante en el manejo de las finanzas del hogar.

Para desarrollar este tema es necesario colocar sobre la mesa algunas preguntas ejes, que podrían ayudarnos a profundizar en nuestra reflexión.

¿Por qué el dinero no alcanza?  ¿Por el desempleo? ¿Porque no se gana igual que antes? Los gastos son más elevados? ¿Se depende de una fuente de ingreso? ¿No hay buena comunicación en la pareja a la hora de decidir qué comprar? Se es un comprador compulsivo o simplemente no se prioriza sino que el dinero se usa en cosas innecesarias?   ¿Quien maneja el dinero?  ¿Quién debería manejarlo? ¿Los hijos participan en las decisiones que se tomen en términos económicos? La opinión del otro es tenida en cuenta a la hora de decidir?   ¿Se utiliza  el dinero como arma de poder? ¿Se subyuga, se manipula al otro?

La primera pregunta que hay que resolver es ¿quien debe manejar  el dinero de la familia?  En las sociedades machistas de hace algunos poco años y  en algunos países, la respuesta era  bien clara, el dinero lo manejaba el hombre aunque  lo  “trabajara” o no. Lo coloco entre comillas porque en esas sociedades machistas la mujer aporta, más con su presencia, con sus consejos, con  su labor doméstica. El varón era el único que podía  tener dinero en el bolsillo y aquel esposo que hiciera lo contrario era considerado poco varonil. Se pensaba que la mujer era incapaz de administrar recursos por la poca visión del mundo y además porque no sabían invertir en algo útil y productivo, incluso incapaces de decidir sobre qué era verdaderamente necesario para el hogar, por lo tanto era el hombre quien gastaba, era el hombre quien decidía, era el quien en muchos casos despilfarraba  mientras ella padecía las necesidades de su hogar sin poder hacer nada. Son conocidos muchos testimonios en donde la mujer que recibía alguna herencia de parte de sus padres, estos recursos se le entregaba directamente al hombre para que decidiera qué hacer con ellos.

Retomo la pregunta. ¿Quien debe manejar el dinero?  Pareciera que como el hombre dio muestra de irresponsabilidad en el manejo de esos recursos, en el pasado, ahora le toca a la mujer revindicarse   y asumir el control? A  decir verdad,  el debate no se debe centrar en quien debe manejarlo. Si se  plantean y asumen algunas de esta alternativa es posible que la historia se repita a la inversa. Independientemente de quien aporta los recursos económicos que se lleva a casa, estos deben ser manejados por la pareja. Son ambos quienes, a partir de una toma de conciencia sobre sus responsabilidades como esposo o esposa o como padres, conversan sobre el temas, priorizan y toman decisiones. Ambos, por una razón sencilla, los dos constituyen una  unidad que es el  núcleo familiar, por lo tanto  a ambos les afecta positivamente o negativamente lo que ocurra con este núcleo. Es lógico que las decisiones que se tomen  en términos de nuevas adquisiciones  y el pago de compromisos, se hace  a partir de un presupuesto  en el que se registren los ingresos y egresos. Cuánto plata ingresó en la semana, la quincena y el mes? ¿Cuánto es lo que hay que cancelar y  por qué concepto? ¿Cuáles son las deudas de ella? y ¿Cuáles son las deudas de él? Ahora bien, se supone que las deudas  anteriores asumidas por cada uno, primero fue conversada con la pareja. Una vez hecho este ejercicio, en los primeros meses, lo más seguro es que te encuentre con que el dinero no va  a alcanzar para cancelar todo lo que se debe, por eso, el paso siguiente es elaborar una lista de prioridades,  es decir,  retallar cuáles son aquellos compromisos que definitivamente no dan espera y cuáles no.
                                  
Dentro del presupuesto que arma la pareja, si el monto  recibido lo permite, debe quedar estipulado una cifra pequeña para cada uno y el cual estará destinado a sus gastos personales, como transportes, o la adquisición de  algún elemento de uso personal. Cada uno debe saber desde el inicio si puede contar con algo propio. Este detalle es muy importante para no depender plenamente el otro a la hora de comprar un regalo, asistir alguna reunión con los compañeros de trabajo etc.

 Igualmente hay que destinar una pequeña cifra para la recreación. Como pareja y como familia deben romper con la monotonía del trabajo y los quehaceres del hogar. Hay que compartir en otros ambientes para despejar la mente, para reír, para conocer nuevas personas. Ahora bien, la recreación no es ni puede ser una prioridad, es una necesidad que da espera, por lo tanto los recursos destinados a satisfacer la  necesidad de la recreación no puede jamás desplazar por ejemplo el pago de la cuota del apartamento, el pago de servicios o la educación de los hijos. Hay personas que cuando  reciben algunos recursos primero se recrean,  primero despilfarran, y lo poco que queda es lo que llevan a la casa. Después se lamentan de que la plata no alcanza cuando en realidad  han sido irresponsables con el manejo de los recursos. Ninguna pareja está en la obligación de soportar este tipo de actitudes de su cónyuge.

Otro aspecto que es bien importante detallar aquí es cuánto dinero se va a destinar para el ahorro. Así como se destina una partida para el pago de tarjetas de crédito, servicios, educación, alimentación. Etc. Hay que separar algo para un ahorro programado, que es aquel que se hace de manera sistemática y disciplinada. La disciplina del ahorro es muy importante porque permitirá hacer nuevas inversiones, el inicio de un proyecto de mayor envergadura  ó  simplemente para contar con algún respaldo en los momentos de crisis e iniciar algún negocio que les garantice más independencia económica.

El ahorro es clave para  el fortalecimiento de la economía  familiar. Ninguna persona que trabaje puede decir que no alcanza  el dinero para ahorra. Así  sea un billete de menor denominación pero sí es posible el ahorro. La excusa de que el dinero no alcanza es un sofisma que lo utilizan para justificar, tal vez, otros errores que se  estén cometiendo en el manejo del patrimonio del hogar.  Tal vez  para lograrlo habrá que suspender  el consumo de esa cerveza con tus amigos los fines de semana,  a la costumbre mal sana de comprar lo que no se necesita para el hogar.  Ahorrar, ahorrar, ahorrar es la palabra que deben fijarse en su mente todas las parejas matrimoniales. Insisto pareja porque ambos deben asumir este reto como unidad que es. No tiene sentido que una de las dos personas se sacrifique para guardar algo, por ejemplo la esposa asumiendo el papel del hogar como una empleada doméstica y el otro malgaste de manera compulsiva. Es una tarea de ambos. Si asumen juntos éste compromiso, lo logran. Lo importante de esto es que se fijen metas en términos de cifras  alcanzadas y tiempo para  poder   medir los resultados.  Si ahorramos lo más seguro e que al término de un año, o seis meses se cuente con algo. Bueno cuanto hay, qué hacemos. Seguimos ahorrando? Pongámonos nuevas metas y luchemos por ellas.


Cuando han trabajado juntos  en esta etapa de toma de decisiones, el paso siguiente es iniciar el proceso de pagos y estos lo pueden hacer cualquiera de los dos. Seguro que no  va  a haber problema por esto. Las grandes discusiones por el manejo del dinero, se dan porque  una de los dos no es consultado, no es tenido en cuenta, no es informado,  porque se insiste en la errónea actitud de creer que el que lleva el dinero a la casa es el que tiene el poder. No es así, ya esta época pasó  y son ambos los que  tienen la responsabilidad de tener el control de todo lo que ocurre  con la familia