sábado, 13 de agosto de 2011

¡IMPRÉGNATE DE DIOS EN LO COTIDIANO!


 En el momento en que escribo este oracional está comenzando un  nuevo día.  La luz comienza a introducirse por los espacios libres de las ventanas y mientras escribo disfruto del  canto   de los pajarillos que  parecieran  unirse  a mi oración de acción de gracias a Dios por este nuevo amanecerEl canto es hermoso, no es uno sólo,                       escucho a los canarios, a los sinsontes, los cucaracheros, azulejos etc y tantos otros que  vuelan de árbol en árbol mientras hacen escuchar su sonido.  Pareciera una sonata musical para que yo piense en Ti mi Dios,  para que  yo recuerde que Tú eres mi Dios que me regalas esos sonidos hermosos para tenga  presente  que la naturaleza está impregnada de la presencia del Dios eterno. ¿Quién más que Tú puede hacer posible que  exista esa hermosura? Nadie más, sólo Tú Señor, por eso te amo y te bendigo. Y quiero que todos los seres humanos que me acompañan en estas lecturas también bendigan al Señor en cada momento. Todo lo que nos rodea es preciso para descubrir allí al Señor. No sé qué haces  en este día,  estarás en casa, en la oficina, en el trabajo o en la universidad, no sé pero allí donde  te encuentres, te invito a que cierres unos instantes tus ojos y trates de  descubrir la presencia de Dios a través de los sonidos que escuchas, hazlo durante unos pocos minutos,            descubre la presencia de Dios. Te sorprenderás porque Dios está en todo, mis hermanos.   Y todo es preciso, todo es oportuno para decirle al Señor,   que nos sentimos maravillados, sorprendidos, agradecidos  con Él por todo lo que nos permite vivir. Ahora te pregunto: ¿Qué crees podemos hacer los seres humanos para que esa presencia de Dios en lo que nos rodea se perpetúe y se fortalezca cada día más?

jueves, 11 de agosto de 2011

SI QUIERES CONQUISTAR EL MUNDO... LÁNZATE A CONQUISTARLO, ÉL TE ESTÁ ESPERANDO.

Hoy amanecí pensando en la necesidad de arriesgarse a hacer cosas, a emprender nuevos proyectos, a resolver situaciones adversas.   Conozco mucha gente que piensa  que hay todo el tiempo para tomar las decisiones y resulta que no, el tiempo pasa rápido, y lo que se debe hacer, hay que hacerlo pronto. Otros, no se alcanzan a nuevas experiencias porque sienten miedo de perder, sienten miedo de fracasar.  Se pasan toda la vida esperando alguna señal que les permita tener la certeza de que lo que van a realizar saldrá bien y pasa el tiempo   y quedan en el mismo sitio. No puede ser, reír, es arriesgarse a parecer un tonto. Llorar es arriesgarse a parecer un sentimental. Hacer algo por alguien, es arriesgarse a involucrarse. Expresar sentimientos, es arriesgarse a mostrar tu verdadero yo. Exponer tus ideas y tus sueños, es arriesgarse a perderlos. Amar, es arriesgarse a no ser correspondido. Vivir, es arriesgarse a morir. Esperar, es arriesgarse a la desesperanza. Lanzarte, es arriesgarse a fallar. Pero los riesgos deber ser tomados, porque el peligro más grande en la vida es no arriesgarse. La persona que no arriesga, no hace, ni tiene nada. Se pueden evitar sufrimientos y preocupaciones, pero simplemente no puede aprender, sentir, cambiar, crecer, amar y vivir. Solo una persona que arriesga es libre y hace realidad lo que quiere. 

miércoles, 10 de agosto de 2011

EN TU CORAZÓN ESTÁN LAS ACTITUDES QUE PUEDEN CAMBIAR EL MUNDO


“Una mujer soñó que entraba en una tienda recién inaugurada en la plaza del mercado. Para su sorpresa, descubrió que Dios se encontraba detrás del mostrador. – ¿Que vendes aquí? – Le preguntó. – Todo lo que tu corazón desee – Respondió Dios.

Sin atreverse casi a creer lo que estaba oyendo la mujer se decidió a pedir lo mejor que un ser humano podía desear: – Deseo que haya paz, amor, felicidad, sabiduría y la ausencia de todo temor – dijo, y luego tras un instante de vacilación, añadió – no sólo para mí, sino para todo el mundo. Dios se sonrió y dijo:  – Creo que no me has comprendido. Aquí no vendemos frutos, únicamente vendemos semillas. Muchos de nosotros tenemos mentalidad de supermercado: estamos acostumbrados a tener toda la mercadería al alcance de la mano y lo más elaborada posible, donde tomamos lo que queremos y lo que no nos gusta lo desechamos. Ciertamente si así fuera todo en la vida, nada malo ocurriría. Pero precisamente son las cosas negativas que nos hacen madurar, crecer, creer y confiar. En la vida no es el hecho de que no existan los problemas lo que la hace más hermosa, sino es el hecho de que en medio de ellos aprendamos a amar a otros como a nosotros mismos. En nuestras oraciones, pedimos generalmente por cosas ya logradas. A veces esperamos que de un momento a otro Dios haga milagros. Pues he ahí la esencia de la vida, pidamos a Dios que nos de semillas de amor, entendimiento, valor, fe, fuerza, paz interior y así poder lograr los frutos por nosotros mismos.”