jueves, 19 de abril de 2012

ORACIÓN PARA LOS MOMENTOS EN QUE LA ECONOMÍA DEL HOGAR NO ES LA MEJOR


Bendito Dios, Tu que conoces las necesidades de tu pueblo, Tú que eres el dueño del oro y de la plata, Tu  que sabes con anticipación que es lo que más nos conviene, a Ti Señor, te  pedimos que tomes  en tus santas manos mi vida y la de cada una de las personas que forman parte de nuestra familia. Tu sabes cuan necesitados estamos de Ti Señor, mis  padres necesitan de Ti, mis hermanos necesitan de Ti, yo mismo estoy necesitado de Ti por eso quédate con nosotros, no nos dejes jamás. Ayúdanos a tener siempre presente que al tenerte en nuestro corazón alcanzaremos todo lo demás. Ayúdanos a descubrir en Ti, la fuente de toda riqueza, eres  Tú lo necesarios, Señor, bendito seas por siempre.

 Te pido Señor que la fuerza de Tu Espíritu Santo se pose sobre cada uno de los hogares que pasan por necesidades materiales, aleja toda  ruina, todo espíritu de miseria, todo aquello que se oponga a la prosperidad de esta familia, ven Señor, rompe toda atadura, rompe todo  sentimiento de fracaso, de incapacidad y ven a dar las fuerzas y el entusiasmo por salir a enfrentar el mundo con la frente en alto y los deseos de hacer las cosas bien, se que contigo podremos vencer,   Señor, porque en Ti somos más que vencedores, sé que contigo podremos vencer el mal y las carencias porque somos tus hijos y tu deseas lo mejorar para cada uno de  nosotros, Señor, bendito seas Dios amado, santificado seas por siempre Señor , santo, alabado y adorado sea tu nombre por siempre. Gracias Jesús porque sabemos que en este momento estás siendo fuente de bendición tanto para la familia como para la persona que está haciendo está oración con fe, con confianza en  Ti, gracias Señor. Quiero darte gracias   eterno Dios, por habernos regalado a tu Hijo Jesús y por mostrarnos un amor a través de lo que él hacía.

 Jesús, tu que  fuiste capaz de transformar el agua en Vino,  hoy transforma nuestras dificultades económicas en la mejor oportunidad para comprender que sólo tú eres necesario e importante. Te pedimos que nos ayudes a organizar nuestra parte financiera, has posible que cada centavo que llegue  a nuestra casa sea multiplicado, sea ahorrado y pueda ser invertido en lo que es verdaderamente necesario Señor. No queremos ser apegados al dinero sino a Ti Señor, pero danos lo suficiente para estar bien, para satisfacer nuestras  necesidades y nuca  para estar en sobreabundancia, Señor, ni mucho menos para figurar, para pisotear  ni para destruir al otro.

Sé que este día y siempre vas a darnos los medios  para  cumplir con mis compromisos con estudiante, y para que mis padres tengan lo suficiente   para alimentarnos y vestirlos. Sé que de la misma manera me ayudarás a guardar lo necesario para enfrentar los momentos de escasez y de enfermedad.  Por todo lo que nos has regalado y lo que seguirás dando a mi familia te doy la gloria por siempre Señor. Amén.

VIOLENCIA SEXUAL EN EL MATRIMONIO (PARTE 2)


Las consecuencias psicológicas que produce en la  persona el ser  obligada a tener relacione  sexuales por medio de la violencia, está determinada  n de la persona mientras se presenta el abuso, el efecto es más notorio y además de  generar baja autoestima, produce grandes inseguridades y limita el  disfrute de las relaciones sexuales futuras.  Si la violencia es generada por la pareja estable además de todas las anteriores genera resentimientos, desamor, y poco interés en la convivencia y por  último las separaciones.  Para supurar los traumas que produce esta situación se necesita  no sólo de un profesional experto en el manejo de estos temas, sino en el acompañamiento y comprensión de la pareja actual estable, esta tendrá que ser paciente, comunicativo, o comunicativa, tierno y sumamente comprensivo. Sólo de ésta forma logrará que el otro se disponga e interese en la práctica sexual.


 Aunque hemos dicho que toda relación sexual  llevada a cabo  sin  el consentimiento de una de las partes, constituye violencia sexual, en los casos    de violencia menos traumática, como la obtenida  a partir de la insistencia,  la manipulación o  en contraprestación  de algo material, u otro beneficio  como dinero, por ejemplo, esta situación se presente entre muchos esposos, los efectos  psicológicos también se presentan, aunque sea en menor escala. En estos casos, quien accede lo hace  para calmar la insistencia de la pareja, para recibir  a cambio aquello que  le ofrecieron, o le interesa.  Estos casos cuando son reiterativos, con el transcurso de los años reduce la lívido y el placer.


La violencia sexual   es generalmente propiciada por los hombres, aunque hay casos  eventuales en donde la mujer es la que toma la iniciativa.  Pero ¿Cuáles son los factores que podrían propiciar la violencia sexual? Los estudiados y expertos en el tema han coincidió en los siguientes: el principal es la falta de formación académica, es decir, a menos educación  mayor posibilidades de que una mujer sea violentada en su intimidad,  falta de oportunidades para que la mujer desarrolle toda su potencialidad, dependencia económica total de parte de sus esposos,  el convivir con una persona  violenta o alguien que tenga una concepción distorsionada o irreal de lo que significa la sexualidad,  el residir en regiones  en donde se practique el patriarcado   y el machismo excesivo, el creer que  si convive con esa persona  va a reducir su grado de violencia a su familia o a ella en particular, el crecer en ambientes en donde ser  fomente la violencia sexual en contra de la mujer  y se comunique   como algo normal a  menores de edad,   hace que los niños crezcan considerando que estas desviaciones son normales, por lo que las replican al crecer, la  violencia sexual puede ser reiterativa cuando la mujer  no se atreve a comunicar lo que está pasando por temor a ser violentada nuevamente. Sí la mujer que guarda silencio frente a este drama termina condenando su vida, por ello se recomienda  que busque ayuda  porque el yugo y la cadena se puede debe romper.

lunes, 9 de abril de 2012

¡PAZ, ALEGRÍA Y AMOR ESTAMOS DE FIESTA PORQUE JESÚS RESUCITÓ!



«Queridos hermanos y hermanas del mundo entero: «Surrexit Christus, spes mea» – «Resucitó Cristo, mi esperanza». Benedicto XVI comenzó, con esta Secuencia pascual, su Mensaje Urbi et Orbi de este 2012 y reiteró que Jesús está vivo y presente hoy, a través de su Iglesia, en especial en cada situación humana de sufrimiento e injusticia. Oriente Próximo, Siria, Tierra Santa, África... El Papa deseó que Cristo resucitado otorgue su esperanza, que con su luz derrota las tinieblas y el mal. Esa misma esperanza que la Virgen María mantuvo encendida en su corazón también en la oscuridad de la noche.



Con su Bendición a Roma y al mundo, también este año, resonaron las felicitaciones de Benedicto XVI, en una Plaza de San Pedro abarrotada de fieles, iluminada por el sol y embellecida con los colores de más de 42.000 flores y plantas de jardín de Holanda. El Papa pronunció sus felicitaciones en 65 idiomas, éstas fueron sus palabras en español: 

«Os deseo a todos una buena y feliz fiesta de Pascua, con la paz y la alegría, la esperanza y el amor de Jesucristo Resucitado».

Si quieres leer más sobre éste tema visita:
http://www.news.va/es/news/cristo-resucito


viernes, 6 de abril de 2012

JESÚS, AÚN ANTE LA INMINENCIA DE SU MUERTE SEGUÍA ENVIANDO MUESTRAS DE SU AMOR POR LA HUMANIDAD.



Volvemos a vivir con Jesús su Pasión: la aprehensión, interrogatorios, flagelación, coronación de espinas y la crucifixión. Este día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: su aprehensión, los interrogatorios de Herodes y Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. En aquel entonces, la crucifixión era la ejecución más cruel y degradante que se conocía. Un ciudadano romano no podía ser crucificado. La muerte sobrevenía después de una larga agonía.
Jesús en la cruz, con un sufrimiento físico y moral muy grande, fue capaz de perdonar a los que lo ofendieron.
En aquel entonces, la crucifixión era la ejecución más cruel y degradante que se conocía. Un ciudadano romano no podía ser crucificado. La muerte sobrevenía después de una larga agonía
Las “siete palabras" de Jesús son el testamento que nos deja al morir y emprender su partida al Padre:

• Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.

• En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.

• Mujer ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu Madre.

• Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

• ¡Tengo sed!

• Todo está cumplido.

• Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Desde la cruz, Jesús nos termina de dar su mensaje de amor y salvación dejándonos a su Madre y enseñándonos a perseverar hasta el final. El sacrificio de la cruz se vuelve a vivir en cada Eucaristía, por medio de ella, Jesús sigue vivo y permanece con nosotros. Ésta acontecimiento traumático, se convierte para nosotros en signo de esperanza y de nueva vida.  No desaproveches estos días que el Señor te regala para  descubrir las maravillas de su amor.

lunes, 2 de abril de 2012

VIOLENCIA SEXUAL EN EL MATRIMONIO (Primera parte)



El maltrato y el abuso sexual al interior de las relaciones de pareja son temas del que muy pocas veces  hablan  las personas afectada  de manera franca, y  libre con la familia, o con los amigos, sin embargo es una realidad  que no se puede tapar con las manos.  En la nota descriptiva 239,  publicada en la página de internet  de  La Organización Mundial de la salud, se reveló que una de  cada cinco mujeres pueden sufrir  violencia sexual de parte de su compañero sexual, a lo largo de la vida. Estas cifras pueden ser más altas en las sociedades patriarcales y en las que se admiten la poligamia, y se reduce  en los países en donde hay mayor defensa y promoción de las libertades individuales.  En Estados unidos  es el País en donde las mujeres se atreven a denunciar con mayor frecuencia los abusos cometidos sin el consentimiento de la pareja, la cifra se ubica en este sentido en un 3%, sin embargo, en ese País  se calcula que por cada persona que denuncia, hay unas  3 que prefieren guardar silencio. En América Latina esa cifra es mayor, se concluye que de cada 3  que denuncian 9 prefieren callar, es decir, que si nos acogemos a estas cifras,  de cada 100 mujeres por lo menos 27 padecen o han padecido algún tipo de violencia sexual de parte de sus esposos, alguna vez en la vida, siendo México uno de los países  más afectados a nivel de América Latina. 
En mismo boletín   de la OMS referido a  la salud de la mujer y la violencia doméstica contra la mujer (WHO multi-country study on women’s health and domestic violence against women) realizado en 10 países,  se observó que muchas mujeres refirieron que su primera experiencia sexual había sido forzada (24% en el Perú rural, 28% en Tanzania, 30% en el Bangladesh rural, y 40% en Sudáfrica.”

Dentro de las relaciones matrimoniales,  la violencia sexual, se manifiesta a  través del chantaje, utilizando  para ello el dinero, el miedo y el poder con el ofrecimiento de mejores posibilidades de  realizarse como persona y como profesional y cualquier tipo de manipulación para obtener placer sexual  sin el consentimiento de la pareja,  el uso de la fuerza física, la manipulación,   además de  la agresión física utilizando órganos sexuales, el acoso sexual, incluyendo la humillación y el impedimentito  de adoptar medidas de protección contra enfermedades de transmisión sexual, o inspecciones para comprobar  si ha sido abusada, entre otros.

Expertos han coincidido en identificar algunos comportamientos  como característicos de los hombres  que abusan  sexualmente de sus propias parejas, entre los que sobresalen los siguientes:

 cuentan chistes machistas referidos a ellas, denigran de las capacidad   de  las mujeres, las consideran sólo  como objetos sexuales, irrespetan o subvaloran los sentimientos y necesidades sexuales de su pareja, critican su pareja por sus  reacciones durante el acto sexual,  se burlan de las reacciones  y del cuerpo de su pareja, insisten en tocar de manera inapropiada a su pareja, aun en contra de su voluntad, se refieren a su pareja con términos soeces, quieren y piden tener sexo aunque ella se encuentre enferma, son promiscuos, en sus conversaciones animan  a sus amigos y conocidos a ver contenidos  sexuales,  o someter a tener relaciones sexuales con varias personas, o en su  defecto después de consumar   el acto las maltratan físicamente. 

Esposas  que llevan una aparente vida de pareja sanas, al ser consultadas sobre  este tema, manifiestan que el negarse a  tener sexo con su esposo, en algunas ocasiones, les ha generado conflictos, hasta el extremo de recibir maltrato físico y al mismo tiempo el ser señaladas como infieles,   falta de lívidos o mujeres  inservibles, como si el acto sexual fuera lo único que definiera el valor de la persona. Ante estas situaciones las mujeres prefieren permanecer en silencio por temor a aumentar la violencia, por vergüenza, porque no les crean,  o simplemente para no deterior la imagen  que se ha proyectado de la relación ante sus familiares. Amigos y ante el resto de la sociedad.

Considero que estos actos no deben ser tolerados por ninguna mujer. Su cuerpo es sagrado,  la mujer es libre de decidir  aspectos sobre su cuerpo, y bajo ninguna circunstancia le está permitido al hombre  utilizarla como un objeto de satisfacción personal. Aunque la violencia sexual no tiene clase social, porque el problema es común para las mujeres, de clases sociales altas,  sí hay algunos factores  de  riesgo que aumentan la posibilidad de que las mujeres sean mayormente  violentadas  en su intimidad, entre los que se destacan los siguientes.

Hay algunos tipos de  violencia sexual que quieren mostrarse como más sutiles, pero al fin de cuentas es violencia sexual y hay que considerarlos como tal, y es aquella que se presenta en la pareja después del nacimiento de un bebe, por ejemplo. Es bien sabido  que cuando un bebé nace, se presentan por ejemplo cambios notorios en las rutinas de la  mujer, su responsabilidad aumenta hasta más  de  un cien por ciento, no sólo porque deberá seguir desempeñando su papel de esposa, sino además  debe dedicarle tiempo al  cuidado de la nueva vida. Esto provoca que su cuerpo se debilite y estrese, y la consiguiente disminución en sus deseos de propiciar o permitir  encuentros sexuales.

El hombre  por su lado, pocas veces  se compromete en alterar  su rutina, es más en algunos  casos esta se mantienen, es decir, es  inalterables  aún después de que nacen sus hijos,  para colmo no sufren los desgastes físicos que provoca el parto,  la lactancia, el mantenimiento diario de la salud de la nueva criatura. No desea  desacomodarse y en muchos casos  asume el papel de víctima cuando su pareja  no acepta  tener sexo. Mientras el hombre  desea sexo con la misma intensidad de siempre mientras la esposa implora descanso. Puede que ella no llegue a rechazarlo, pero la frecuencia de sus deseos sexuales disminuye. A su vez, él, insatisfecho, quiere más y más, comenzando así, un proceso de  insinuaciones recurrentes  en el que se busca  la oportunidad para lograrlo hasta que la mujer  termina cediendo, aun en contra de su voluntad.  Esto es maltrato  sexual hacia la pareja.    Cabe precisar entonces que toda práctica sexual, debe hacerse entre personas conscientes,  adultas, y   ha de consumarse en plena libertad y con el deseo de propiciar el goce y el disfrute mutuo, que nace  del contacto amoroso entre dos personas que se aman, se desean y disfrutan el estar juntos.  Cuando un encuentro se sale de este marco, hay una desviación  que se debe corregir. A partir de lo que hemos señalado es pertinente reiterar   y precisar que conductas  pueden ser tipificadas como violencia sexual en contra de las mujeres, y tenemos  las siguientes:

Todo acto sexual que incluya violencia  y uso de la fuerza física para doblegar al otro es violencia sexual.


Es violencia sexual  insinuar  o tener sexo  sin que  haya placer para ambos.


Siempre que se tenga una relación sexual no deseada, ha ocurrido una violación.


Los encuentros sexuales   no  deben ser realizados a cambio de una contraprestación,  ni  por  miedo. Esto constituye  violencia sexual.


El acto sexual que incomode, que maltrate, degrade o  desagrade al individuo es violencia sexual.


Aunque las relaciones sexuales no deben constituirse en la principal motivación para la convivencia en pareja, sí es uno de los factores que, cuando se  viven de manera plena entre los esposos, genera estabilidad, confianza,  armonía y deseos  de  seguir juntos, incluso hasta la ancianidad, por ello merece toda nuestra atención