miércoles, 25 de diciembre de 2013

QUERO SALVAR MI MATRIMONIO. ¿QUÉ PUEDO HACER? Parte dos.

Saludos a todos. Retomo éste tema de  cómo enfrentar las crisis en las relaciones matrimoniales con el interés de aportar algunas ideas que le permitan, en medio de las dificultades, encontrar algunas  luces que iluminen su camino a la hora de dar el siguiente paso.

La tercera recomendación que doy a todo aquel que grita  con todas las fuerzas de sus pulmones, “QUERO SALVAR MI MATRIMONIO. ¿QUÉ PUEDO HACER? La hago  a partir de la siguiente pregunta: ¿La situación  que generó la crisis actual en realidad era tan delicada  como para llegar a éste  extremo  de aparente no retorno?

Antes de responder cualquier cosa le sugiero que sea  realista y objetivo (a) frente a la situación actual de la crisis que está viviendo. Pregúntese y respóndase en su interior  esa pregunta, ¿La situación  que generó la crisis actual en realidad era tan delicada  como para llegar a éste  extremo, o hay algo más que debe ser reconocido y trabajado?  No le parezca ilógica  la pregunta.  Las respuestas  más complejas de la ciencia, se iniciaron a partir de preguntas sencillas, a partir de preguntas elementales,  a partir de  preguntas que aparentan tener respuestas obvias,  por eso me atrevo  a que pienses en eso.  Hay muchas parejas que entran en crisis a partir de una situación elemental, por ejemplo: no se pusieron de acuerdo sobre cuál película ver mientras estaban en la alcoba, porque ella quería una del género drama; que para muchos de nosotros los varones resultan películas lentas  y monótonas; él esposo quería ver una película  de acción, que para ellas resultan violentas e incomodas. Como no hubo acuerdo entre ambos, al final termina imponiéndose  la ley del más fuerte, con la popular frase “esto es mío”, “esto lo compré yo  y veo lo que me da la gana, sino te gusta,  no me importa, te callas o te vas para otra parte.” Se ofenden y traen al presente situaciones vividas en otras épocas, con otras personas, además responsabilizándose  mutuamente de los  problemas que viven hoy, sin llegar a un punto de acuerdo.

En este ejemplo, el problema no es la existencia de un solo tv, porque si fuera eso se resolvería  comprando otro tv, para que cada uno vea lo que quiera y todo solucionado.  Repito este no es el problema. La situación más complicada hay que encontrarla, y a simple vista pareciera que fuera solo un problema de comunicación, a la incapacidad  que tiene ambos de negociar, el   orden de lo que verían primero.  Aunque  no le gusta el género del cine, que le guste al otro, yo  le acompaño a ver lo que a ella le gusta, porque la amo, y luego sé que ella me acompañará a ver lo que a mí me gusta, porque me ama. Ese es el punto.   El amor une los gustos. El amor propicia el deseo de estar cerca del otro, y aunque no me gusta algo, (que no vaya en contra de los principios cristianos) el hecho de que a ella o a él le guste, yo decido ser feliz con eso, porque a mi pareja le hace feliz  y su felicidad es la mía. 

A partir de lo anterior, le sugiero delimitar el problema y delimitar el problema  es separarlo de otros.  La gran mayoría de parejas cuando tienen alguna confrontación por alguna situación conflictiva, tienen a relacionar este  problema con otros, no solo del presente, sino incluso con experiencias vividas semanas, meses y hasta años anteriores.  Delimitar el problema  es,  repito, apartarlo de otro. Si usted  discute con su pareja porque siempre coloca cada mañana la  toalla mojada sobre la cama y eso le disgusta, tenga claro que es ese el problema y sobre ese es que hay que trabajar  para evitar  que se repita. Las palabras, las actitudes y  el manejo que se haga de las emociones frente a situaciones incomodas vividas al lado de  pareja, debe ser lo suficientemente asertiva  como para que el otro concentre su atención en el mismo hecho. Y si también el otro cae en el error de encausar la discusión hacia otros hechos,  insisto la asertividad con que maneje el tema debe ayudarle como para no permitir que se expanda o se traslade a otras cosas.  Y si eso pasa, no tarde tiempo, Haga claridad en el acto sobre cuál es el tema que se discute y  además deje claro que no quiere trasladarlo a otras discusiones. Lo otro no debe  interesarle ahora, lo que le debe  interesar es  el hecho actual y por ello usted debe expresar con claridad que se siente agredida cuando el otro sigue haciendo lo que a usted no le gusta. Delimitar el problema también se puede entender como la separación del hecho frente a la persona.  En este sentido, usted no está rechazando al individuo, sino al acto que hace ese individuó y que a usted le quita la paz.

Esfuércese por identificar el origen del conflicto.  ¿Qué significa encontrar el origen? Significa que  de  manera franca, abierta, sea  capaz de discernir  hasta encontrar las  verdaderas causas  que desencadenaron en los comportamientos  y actitudes de hoy, los cuales vemos como crisis.  Mi explico, en el ejemplo anterior de la discusión porque no se pusieron de acuerdo para ver el programa  que ambos disfrutaran, lo más seguro es que  ese no sea el problema de fondo, ese es apenas la punta del aisberg. Identificar  el origen  del problema no solo es  separarlo de otros, que también pueden ser problemas pero menos transcendentales, sino que  creería que es desenmascarar   al más importante, es hacer que  salga a la luz realidades  las cuales se querían esconder tras otras realidades.


Cuando usted identifica el origen del  problema, y tiene el carácter como abordarlo sin perder el control, se va a encontrar con realidades  que pueden ser dolorosas,  pero que en último  lo mejor  es conocerlas para uno saber a qué se debe enfrentar.  Si usted desconoce el problema de fondo, todas las soluciones que sean planteadas  para resolver  los problemas  menos importantes, van a actuar simplemente como paliativos. Las realidades de fondo, insisto, pueden ser más dolorosas  y traumáticas como infidelidad, drogadicción, desviaciones de la conducta, u otros actos que  pongan en tela de juicio la  honestidad de la persona implicada. 

domingo, 24 de noviembre de 2013

¿CÓMO FORMAR A NUESTROS HIJOS DE MANERA CORRECTA?

Presento algunos criterios  que considero fundamental para  formar hijos que sean capaces de aportar  a la construcción de una  mejor sociedad.

Educación desde el amor.-  Si hay un elemento que contribuye positivamente en la adecuada formación de nuestros hijos, es precisamente nuestra capacidad de amarlos y la cual se da través de nuestras manifestaciones de ternura, nuestra presencia real y efectiva, nuestra atención oportuna, en los momentos en que más  necesiten de nosotros.  Nuestro papel de padres, debe ayudarnos a  hacerle entender a nuestros hijos que pase lo que pase, vamos a estar allí a su lado, amándolos porque forman parte de nuestra vida. El amor   que se manifiesta con acciones concretas y nuestra compañía, les da seguridad. Es urgente que como padres descubramos y valoremos la importancia de estar cerca de nuestros hijos durante los primeros años de vida, época en que quieren sentirnos a su lado, el hacerlo les da seguridad y confianza.

Educar desde y para la autonomía.- Educar desde la autonomía significa que los padres por un lado, deben dar ejemplo de autonomía e independencia, creciendo como parejas  sin depender de otros, sin estar ligado a los otros, especialmente la familia y sin esperar que sean los otros los que influyan y determinen sus decisiones. Hemos insistido en que la principal orientación que se la da a un niño es  con la vida  que llevamos como padres  y como parejas. Ellos  en la primera edad tienen  a tomas nuestra vida como un modelo a  seguir y aunque cuando lleguen a la adolescencia consideren que ellos hubieran hecho mejor las cosas que nosotros  en el fondo llevan ese modelo de aprendizaje recibido directamente en el hogar.

Algunas familias viven aglutinadas con otras familias en una misma casa que pertenece por ejemplo a  varios hermanos.  Si hay cuatro habitaciones, hay hasta cuatro hogares conformados, cada uno en un rincón pequeño, y todo por el interés de estar apegados a una migaja de herencia. Estos aglutinamientos hacen que todos influyan en la vida de todos y al final terminamos  cediendo ante los comentarios de los demás.  Cada familia debe luchar por tener su propio espacio, su propio techo para ser libres e independientes. 

Por otro lado, educar  en la autonomía,   igualmente significa que desde temprana edad hay que permitir que el niño tome sus propias decisiones, para qu vaya desarrollando su capacidad reflexiva y analítica.

Educar desde y para la responsabilidad.-  Para educar desde la responsabilidad   hay que ser responsables,  hay que vivir responsablemente, defendiendo la verdad y cumpliendo con todos los compromisos que hemos adquirido en la vida. De la misma manera hay que ayudar a que los niños también sean responsables de las decisiones que tomen.   La responsabilidad es la capacidad de hacer lo que me corresponde hacer y hacerlo bien dentro del tiempo que corresponda.  Debemos ayudarles  a  ser responsables en todos los niveles, con su vida,  con su familia, con sus amigos, con sus estudios. Con su salud etc.

Educar desde  y para el respeto.-   Esto implica  ayudarle al niño a que comprenda que todas las actuaciones tienen su límite  y que cuando sobrepasamos esos límites, atentamos contra nuestra dignidad  y también contra la dignidad de los demás.   Yo puedo hacer lo que quiera, apoyado en mi libertad, pero  eso que haga está permitido hasta tanto    no afecte a los demás ni a nosotros mismos  en ningún campo de la vida.

 Igual que los principios anteriores, el respeto también se aprende en casa. Una pareja abusadora, ofensiva, vulgar e imprudente, lo mas seguro es que se constituye en modelo para que su hijo actúa de la misma manera. Por consiguiente no va a tener autoridad para exigir un buen comportamiento a sus hijos, cuando el o ella han sido incapaces de   transmitir algunas señas que vayan en sintonía con lo que dicen sus palabras.

 El respeto hay que promoverlo en varias dimensiones, en principio respeto a la autoridad de los padres. Es inaceptable permitir la insubordinación de los niños, mientras están en su etapa de formación. A ellos le merecen obediencia, sin pretender esclavizarlos, claro está pero esta es la primera autoridad a la que se enfrentan en la vida. También respeto al resto de la familia, respeto a los amigos, a las autoridades y por supuesto respeto por los signos que representan a nuestra ciudad y el País. Repetimos todo los   aprendizajes del hogar, marcan la vida del individuo por siempre, y si en algunos de estos aspectos, los padres no somos consecuentes, hemos dado pie para que no hagan lo correcto.,

Educar desde y para  La libertad.-  Dice la Biblia que Jesús no estaría siempre con sus discípulos, aunque les daría el Espíritu Santo. Ellos tenían la libertad de elegir el camino ancho, que es el que conduce al pecado, a los placeres y a la perdición o elegir el camino estrecho, que es que conduce a la vida eterna. Es decir, les daba libertad de elegir.  También nosotros debemos darles ciertas libertades a nuestros hijos. La libertad los hace responsables y la responsabilidad regula su libertad.  

Hay que tener en cuenta que  la libertad que le ofrezcamos, ha de ser controlada siempre. Es decir, no es que los soltemos del todo. A temprana edad podemos  guiarlos  acompañarlos y también soltarlos. Pero al soltarlos  hay  que estar actuando como centinelas para no  tener mayores dificultades en el futuro. Educar en la libertad y desde la liberta, es como caminar por senderos estrechos. Hay hacerlo despacio, pero tomando todas las medidas de prevención necesarias para evitar salirnos de lo correcto.

Aunque la libertad y la autonomía van ligadas, una no depende  de la otra. La autonomía es la capacidad de hacer algo porque se posen los medios y la forma de  hacerlo sin depender de los demás. La libertad es la capacidad de hacer eso cuando yo quiera en el tiempo y como lo quiera hacer.

Potencialización de sus cualidades.-   Como es lógico, los padres deben estar atentos para  descubrir a temprana edad cuáles son esos talentos  naturales que tienen nuestros hijos y una vez identificados  hay que potencializarlas.  Cada quien nace con sus propias capacidades artísticas, matemáticas, comunicacionales, humanísticas, idiomas o el deporte en cualquiera que sea su expresión, una vez identificadas, tenemos que ayudarles a que la desarrollen al máximo para su bienestar, para su crecimiento personal  y para su felicidad.  Esta trabajo de identificación se puede lograr en casa, o manteniendo una comunicación muy cercana con los formadores en su colegio. Los grandes artistas, los grandes deportistas de nuestro tiempo, fueron promovidos desde su infancia, ya que es la eta de su desarrollo en el que se tiene mayor capacidad de asimilar la información que nos ayude a mejorar esos talentos.   

Educar desde el ejemplo.- La palabra convence pero el ejemplo arrastra,  dice un refrán que es muy válido. Aunque me vuelva reiterativo en este tema, lo vuelvo a hacer con el ánimo de que lo tengamos siempre presente. El ejemplo, es la mejor manera de educar a nuestros hijos. Ojala que el ejemplo que de nuestros lectores sea para bien. Es el ejemplo el que lleva a los hijos a identificarse o no con determinados  patrones de comportamientos que encuentre en la sociedad.

Educar desde la fe y para la fe.-  No podemos pasar por alto la experiencia de Dios. La fe, es lo que “hace auténticamente humano al hombre”. Con ella nos diferenciamos de los seres irracionales  y nos acercamos a Dios. La fe también se transmite con la vida. Si somos orantes, si disfrutamos la eucaristía, si creemos en Dios y vivimos  a la manera de Dios, por consiguiente tenemos que transmitir el amor de Dios. El,     es el único   que nos da la felicidad que no se agota.

Y es necesario tener en cuenta que a Dios no se enseña desde la academia  a Dios se vive. Es esa vivencia de Dios la que hace que el ser humano  sea instrumento de paz y de bendición   para las demás personas. A Dios se transmite   a partir del gozo y de la seguridad  que el da nuestro corazón, a nuestra vida. Educamos desde la fe cuando vivimos la fe, cuando los padres dejan translucir con sus palabras    y acciones que se aman, que se necesita  que se perdonan  y sobre todo que necesitan al Señor.  Es decir que se transmite la fe, cuando en el hogar, se experimenta una relación de cercanía con el Señor  quien no abandona a su pueblo.

Los hijos que crecen en estos ambientes, cuando sean adultos, también querrán que sus hijos experimenten  lo que ellos vivieron durante sus primeros años de vida, la experiencia de ser padres, es única,  y a quienes Dios nos da esa gracia, les permite prolongarse en la historia. Por eso valdría la pena que nos preguntemos: ¿de qué manera nos estamos prolongando en al historia? y ¿Qué   querrán contar mañana  nuestro hijos sobre lo que significamos para ellos?


martes, 12 de noviembre de 2013

TIPOLOGÍA DE PADRES

A  partir de  la escucha y del   contacto frecuente con  los jóvenes y  padres de familia  que buscan mejorar  su relación, me he dado a la tarea  de encontrar las   características  que sean comunes a la manera como algunos padres forman y educan  de manera negativa a  sus hijos, y   he encontrado los siguientes tipos de padres mal formadores.

·    Padre Opresores  y agresivos.-  Aunque pareciera ser una especie en vía de extinción,  todavía  hoy, cuando  hemos   avanzado en la segunda década del siglo XXI, encontramos padres y madres  que aun  defienden la  teoría de que la letra con sangre entra  y asumen ante  sus hijos actitudes opresoras y agresivas. Maltratan por todo, no sólo física sino psicológica y verbalmente.   Por fortuna    estos padres constituyen una minoría, de todas maneras, los daños que ocasiona en el niño y adolescente estas conductas los marca para toda la vida,  y para superar  esos efectos se requiere de un tratamiento  especial. Los hijos tienen a replicar  las actitudes agresivas de sus padres.

·         Padres Militares.- Respeto las fuerzas militares y defiendo la disciplina y el orden  al interior de sus filas, sin embargo aplicar de  manera estricta estas normas en el hogar no es sano para la salud de la familia, ni mucho menos para la salud mental de los niños y jóvenes que crecen en estos ambientes.  Los padres, con actitudes militares, se obsesionan con la disciplina, con el  orden y no admiten insubordinación de sus hijos.  Para ellos los horarios para cada cosa deben ser respetados  u cumplidos de manera extracta. El papá militar no entiende  que la concepción que tiene el niño sobre el orden, es diferente a la que tenemos nosotros los adultos. Para el chico, tener los juguetes tirados en su cuarto, le significa su propio “orden”, y la oportunidad de sentirse a gusto en su espacio. Meternos en ese ambiente o tratar de limitarles, significa bloquear su capacidad creativa, y los obligamos a ver y a entender el mundo a nuestra manera.

·      Padres permisivos. – Contrario a los padres opresores y militares, los padres permisivos son aquellos extremadamente laxos. En la temprana edad, le dan plena libertad al niño para que hagan lo que quieran, y todo se lo celebran. No son capaces de colocar límites por la falsa concepción de que al ponerlos,  vamos a obstaculizar el completo desarrollo de su potencialidad. Los padres permisivos son capaces de enfrentarse a un familiar, a un amigo,  o al profesor del chico si por alguna razón se atreven a corregir, con el falso argumento de que si ellos no corrigen, ningún particular tiene la autoridad para hacerlo.

Los hijos de padres permisivos tienen grandes dificultades para interactuar con otros porque se creen los dueños del mundo, porque sus comportamientos fueron reforzados en casa. Son niños que generan dificultades cuando les corresponde estar en grupo. En la educación de los niños a esta edad, juega un papel muy importante nuestra capacidad para estimular y reforzar los comportamientos positivos, y sancionar aquellos comportamientos que no contribuyen con la convivencia del grupo.

·         Padres obsesivos. – Los padres obsesivos son aquellos que por su nivel de formación, por su manera de entender la vida, han creado previamente una imagen mental de lo que debe caracterizar a un niño, y luchan a toda costa para que la conducta y la manera de ser de su hijo, encaje en los parámetros que ha preconcebido.  Si no encaja,   lo corrige, ofende y hasta impone reglas para hacer que el niño reoriente su vida y encaje en estos parámetros que ellos han diseñado. Cuando un padre obsesivo no logra que su hijo acoja sus orientaciones, se deprime,  se pone de mal genio y asume el papel de víctima. Incluso, puede llegar a sacar en cara todos lo que hace para que  ellos estén bien y sin embargo no lo valoran. La verdad es que lo que hagan los padres para educar a sus hijos, para entenderlos bien, a los niños no les interesa o no lo entienden, y solo lo van a valorar cuando crezcan y desempeñen el rol de padres. Los obsesivos, tienden a comparar al niño con otros, y los pueden llegar a calificar de malos, de que no sirven y que son los que tienen problemas.

·        Padres explosivos. – Son aquellos que en ocasiones son tiernos, están allí acompañándolos, dándoles concejos, pero a la hora de corregir, no saben controlar su temperamento y sancionan de manera excesiva y drástica. Un padre explosivo cuando está tranquilo es una mansa paloma, pero cuando está de mal genio o furioso llega a ser peligroso. La educación que ofrece un padre explosivo, es sacar gala de consejos, regaño y maltrato, lo cual no es sano para el bienestar de la persona.

Esta conducta también puede hacerse extensiva a su pareja, de tal manera que aquel que comparte su vida con un explosivo puede llegar a poner en duda sus sentimientos por la manera brusca cómo reacciona ante determinadas situaciones.

·     Padres engreídos. – Si bien tener un hijo es una gran bendición, endiosarlos es un grave error. Algunos padres consideran que sus hijos son lo mejor del mundo y en todos los ambientes destacan sus logros, sus éxitos. Hace constantes alusiones a sus bondades,  a sus cualidades. Cuando los tiene cerca los consienten aunque sean adultos.

·   Padres satélites. – Son aquellos que nunca están presentes de manera física sino a la distancia, a través del teléfono, las cartas o el correo electrónico debido al trabajo o por abandono del hogar. Los padres satélites tienen la particularidad de querer amar a través de sus emisarios: La nana,  la abuela, el hermano mayor o “la esposa”. Imponen muchas normas, dan muchos concejos pero a la distancia. Cuando están cerca en los pocos minutos que comparten con sus hijos, pueden ser extremadamente amorosos y permisivos, y reducen su expresión de afecto a la capacidad de dar, de regalar. Mientras más costoso y novedoso sea el regalo, es más grande la manifestación de amor.

·     Padres inversionistas. – Son aquellos que desde temprana edad consideran que sus hijos son una alcancía o una cuenta de ahorro en la que permanentemente están depositando recursos  para que en el futuro  estos sean retribuidos. Son los típicos padres interesados en sacar beneficio propio de la formación que reciba su hijo. Resulta, que esta es una situación errónea.  Los recursos que se inviertan en la educación de los hijos desde temprana edad se hacen con los objetivos de que sean independientes, buenos seres humanos y sobre todo útiles  para la sociedad. Si un padre piensa que invierte en su hijo porque este va a devolverle lo invertido con intereses, no ha entendido lo que significa esta responsabilidad.

·       Padres posesivos. – Son aquellos que consideran que sus hijos les pertenecen. Por lo tanto, ejercen o buscan ejercer  control absoluto de todas las áreas de la vida der su hijo. No solo durante la infancia sino aún en la edad adulta. No dan espacio para la autonomía y el crecimiento, sino que quieren estar allí siempre. Quieren decidir por ellos, quieren pensar por ellos. Los padres posesivos hacen mucho daño porque interfieren con fuerza en la vida privada de sus hijos. Suelen evaluar la calidad humana del yerno o de la yerna y si no les parece la persona adecuada para su hijo, pueden torpedear la relación. Los padres posesivos utilizan su autoridad,  su fuerza  para conseguir lo que desean,  cuando sus hijos son chicos.
     
     Cuando sus hijos son adultos,  utilizan como estrategia la manipulación para influir sobre. Los padres posesivos destruyen la vida de sus hijos en la vida que no les permiten ser auténticos e independientes.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

QUIERO SALVAR MI MATRIMONIO. ¿QUÉ HAGO? Parte 1.


El título que da nombre a esta reflexión  lo entiendo como un grito desesperado que nace de lo más profundo de las entrañas de miles de mujeres y también hombres quienes dicen haber hecho todo lo que está  a  su alcance para  salvar su relación de pareja, y a pesar de  todas esas búsquedas, a pesar de todas esas  consultas a  amigos, a familiares y hasta expertos,  sienten que  ya han tocado todas  las puertas   y   ahora se sientan al borde del precipicio. Creen  que sólo falta que la brisa  que genere un choque más con esa persona  que ama, sople levemente, y le lance al vacío.  En realidad quisiera  tener la lámpara de Aladino en mis  manos para frotar y satisfacer los  deseos y  necesidades de cada uno de ustedes. Pero no cuento  con esa lámpara, solo estamos usted  y yo. Usted  del otro lado leyendo esta reflexión, y yo de éste otro lado, escudriñando  posibilidades que puedan mostrarle un camino para que dé el siguiente paso.  Insisto, no tengo una fórmula mágica, solo quiero darle  unas pautas sencillas que podrían ayudarle.  Estas son mis recomendaciones:

Lo primero que debe  hacer es calmarse. Así de simple, cálmese. No tiene sentido que usted siga leyendo esta columna si no toma conciencia de la necesidad de mantener la calma. Sé que puede estar pensando  que está aterrorizada o aterrorizado porque ve que su matrimonio se está  yendo al piso  y este iluso le pide que se calme. ¿Cómo voy estar calmada (o) con éste tremendo problema que se me viene encima? ¡La persona que amo está a punto de abandonarme y usted me pide que me calme!... Así es, le pido el favor de calmarse. Y Si no logra mantener la calma, le sugiero un ejercicio sencillo.  

Haga una pausa antes de seguir esta lectura. Cierre  sus ojos y cuente mentalmente del uno al cinco, de manera pausada  así:   uno…, dos…, tres…, cuatro…,  cinco…, al llegar a cinco inhale aire levemente pero de manera profunda por la nariz, mientras mantiene la boca cerrada. Retenga el aire en los pulmones tres segundos, luego  expúlselo  suavemente por su boca, al final cuente mental e inversamente del cinco al uno así: cinco…, cuatro…, tres…, dos…, uno… .  Repita el ejercicio, cuente primero mentalmente del uno al cinco: uno…, dos…, tres…  , cuatro…, cinco…,  ahora inhale por la nariz y con la boca cerrada. Retenga el aire tres segundos y ahora expúlselo suavemente por la boca y  al final cuente mental e inversamente del cinco al uno así: cinco…, cuatro…, tres…, dos…, uno…,  haga este ejercicio cinco veces antes de continuar  esta lectura.

Si  hizo el ejercicio ahora puede continuar.  Dígame ¿Cómo se siente?   Supongo que un poco mejor, ¿no es cierto?

¿Por qué le digo que primero  debe calmarse? Por una razón sencilla. Para que puedas tener el control de sus emociones, que es la segunda recomendación. Es urgente que las personas seamos capaces de controlar   la ira, la tristeza, el miedo  y el resentimiento. Si usted  quiere aportarle algo positivo a su matrimonio, así sea los últimos días que conviva con la pareja que ama, es dar muestra de madurez en el control de las emociones.  Quien no controla sus emociones, está condenado  a vivir bajo las garras de la ira, la amargura, la tristeza o el miedo.  Yo no sé  usted, pero yo, no estoy dispuesto a desperdiciar los mejores años de mi vida  al lado de una persona llena de ira, amargura,  tristeza o el miedo.   Es hartísimo convivir con alguien así. Es hartísimo porque alguien con ira utiliza siempre palabras ofensivas, hirientes. Todo le fastidia, todo le parece malo, está  permanentemente en la búsqueda de los errores del otro para echarlos en cara, para señalar, para culpar, para encontrar responsables.  Muchas  parejas se separan porque ninguno de  sus miembros pudo controlar  sus emociones.

Ahora, ¿Hasta cuándo se debe trabajar el control de las  emociones?  La respuesta es hasta siempre. Debe trabajarlas  hasta cuando tengas conciencia, hasta el final de tus días.   Cualquiera podría estar pensando. Este columnista lo que quiere es que  yo me vuelva tonto  y que no diga nada aunque mis derechos sean vulnerados. Yo no estoy diciendo  que  te vuelvas tonto. Dios me libre. Sólo te digo que controles tus emociones, quien controla sus emociones después no tiene de qué arrepentirse. Generalmente las personas ofenden a los otros cuando han perdido el control de las emociones. Eso es lo que quiero que sigas evitando.

Otra recomendación si va a ofender, gritar o insultar a su pareja por cualquier situación le invito a que antes de hacerlo haga el ejercicio de respiración que le indicamos arriba para mantener la calma. Luego mantenga la boca cerrada.

Como ejercicio  final en esta primera parte de éste material que he preparado para usted, lo invito a hacer el siguiente ejercicio.


Identifique los errores que usted ha cometido, en su relación de pareja, al dejarse llevar por la ira ó un estado de tristeza intenso.  Anótelas  en un papel y asuma el propósito de no repetir esos errores en las próximas dos semanas. Se sorprenderá de las cosas que pasarán en su vida. (Espere pronto la parte dos).

domingo, 1 de septiembre de 2013

¿CÓMO TENER UNA VIDA NUEVA EN JESÚS?

Sé que la mayoría de las personas se esfuerzan cada día  por llevar una vida de manera correcta,  los que han optado por el bien, se esfuerzan por ser responsables, serviciales, trabajadores amorosos, entregados a su familia, a su trabajo y a  la comunidad. Muchos hacen todas estas cosas pero de vez en cuando tienen  su desliz, como se le llama a aquellas acciones que no son tan honestas  y bien vistas ni por Dios ni  por una persona de fe. Otros sin embargo han tomado la decisión den optar por el mal porque lo disfrutan, porque les genera placer, reconocimiento, dinero fácil  y porqué  no decirlo, hasta  estatus dentro de ese mundillo de pecado.

Tanto los que se creen personas honorables, como los que no LO son  y los que   han rechazado de plano y durante años la acción de Dios en sus vidas, suelen, en algún momento de su vida,  desear tener una nueva vida en  Jesús, por eso hoy me atrevo  a identificar cuál sería ese camino a recorrer por una persona  para que alcance una  nueva vida en  Jesús.  Para ello me he atrevido a presentar la siguiente ruta,  espero pueda ser seguida por ti  de manera que  alcances a disfrutar, en esta vida, todas las bendiciones que tiene reservadas el señor  par aquellos que ponen  la ida en sus manos:

1.-Reconocer que  hemos sido permisivos con el pecado.  Si usted quiere tener una nueva vida en Cristo reconozca que usted ha sido permisivo con el pecado. Esto no está  dirigido únicamente a los que se sienten pecadores  de verdad, además está dirigido  a los que se dicen creyentes y cumplidores de las enseñanzas del Señor. A los que se dicen cumplidores de las enseñanzas del Señor, San Marcos les recuerda en el capítulo 7 versículo 6. “este  pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí.” Y prosigue… en vano me dan culto porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos. Como lo deja entrever ésta palabra, le mensaje no está dirigido únicamente a  los in-conversos sino a los que llevan cierto tiempo de recorrido con el Señor.

2.- Dios perdona nuestros pecados y se alegra de nuestra conversión. San Lucas  deja  entrever este gozo de Dios en el capítulo  15, verso 7…”les aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se convierte que por noventa y  nueve justos que no necesitan convertirse.”

3.-Se requiere tomar la decisión de vivir una fe radical, San Marcos 9, 43-50.  En esta palabra se nos dice que si nuestras manos son ocasiones de pecado hay que cortarla,  si es el ojo hay que sacarlo. No es que debamos cortarnos las manos los pies o sacarnos los ojos. La palabra lo que nos invita a ser radicales. Tu y yo no podemos estar en términos medios. De hecho dice la palabra te prefiero frío o caliente, no te quiero tibio porque  a estos los vomitaré de mi boca.

4.- Debemos esforzarnos cada día para que nuestros actos y nuestras palabras reflejen   ante el mundo la obra que Dios ha hecho en nosotros.  Lucas 6, 43-44” no hay árbol malo que dé frutos  buenos ni árbol bueno que dé frutos malos” y Gálatas  5, 22-26.”Los frutos del espíritu son  amor, alegría,  tolerancia, paz, amabilidad, fe, bondad, mansedumbre y dominio de sí mismo. ¿Quieres  tener una nueva vida en Jesús? Esfuérzate  por reflejar al mundo todo lo bueno que ha hecho Dios en ti.

5.- ¿Cómo hacer todo lo anterior?  La respuesta la ofrece San Pablo en la Carta a los Efesios, capítulo 6, versículo del 13 al 18. “ por eso deben empuñar las armas que Dios les ha regalado para que puedan enfrentar y vencer las acechanzas del maligno: “ manténganse en pie rodeada  su cintura con la verdad,  protegidos con la coraza de la rectitud,  bien calzados los pies para anunciar el Evangelio  de la paz. Tengan en todo momento en sus manos el escudo de la fe con las que podrán vencer las flechas del mal, usen el casco de la salvación, la espada del Espíritu santo que es la palabra de Dios. Nunca dejen de hacer oración, pidan el Espíritu Santo y oren los uno por los otros.”

Confío en que tengas presente estas  pauta  y te lances  a la conquista de una nueva vida en Jesús, eso si que vale la pena.


OREMOS.- Señor pongo en tus manos mi vida, dame fuerza y decisión para recorrer ese camino  que me conducirá a un encuentro pleno contigo que eres mi  Dios y me amas, amen.

martes, 13 de agosto de 2013

JESÚS ¡QUIERO EXPERIMENTAR TU PRESENCIA EN MI VIDA!

San Marcos en el capítulo 5, versos del 24-34, nos presenta una escena hermosa. Te invito a que consigas una biblia y leas ese pasaje para que nos pongamos en sintonía  con el mensaje que quiero compartir contigo.  Se refiere a la hemorroísa, sí, se refiere a  aquella mujer que padecía desde hacía mucho tiempo de una enfermedad que  no era visible  ante  los ojos de las demás personas. Era una situación que ella llevaba por dentro, que la hacía sentir incómoda.   En una sociedad  como la de hoy en donde hay tantas personas que le gusta vivir de apariencia, es impensable que algunos se atrevan a exhibir públicamente las situaciones difíciles que viven en su intimidad. Muchos prefieren mostrar una cosa hacía afuera, aunque en su interior estén viviendo o padeciendo  todo lo contrario.  En la experiencia de fe, hay tres actitudes que deben caracteriza a la persona que busca ser bendecida o restaurada por Dios y esas actitudes las encontramos en esta mujer del Evangelio.

¿Qué fue lo primero que hizo la hemorroísa?  Reconocer que tenía un problema. Esa es la primera actitud para ser restaurados y transformados por el Señor. Ustedes y nosotros necesitamos reconocer que tenemos una situación que debemos mejorar, debemos reconocer que hay un problema, que hay una enfermedad, que hay algo que nos quita la libertad  y ese algo  puede ser restaurado.  Muchos no alcanzan a disfrutar de las bendiciones  que les tiene Dios preparada porque no son capaces de reconocer sus dificultades. Todos nosotros mis hermanos necesitamos hacer un examen interior para identificar eso que no nos permite ser libres. Puede ser el mal genio, puede ser una adicción, puede ser un problema de carácter, puede ser una dependencia. Todos, repito,  estamos llamados a descubrir eso que nos imposibilita, eso  que  nos bloquea, eso que nos impide ser mejores. Cuando tú y yo seamos capaces de descubrir eso, estaremos preparados para dar el siguiente paso.

Si continuamos abriéndonos a la pedagogía que utiliza la hemorroísa para recibir las bendiciones de Dios encontramos que el paso siguiente que da es “acercarse al Señor y lo toca.”  Ella  sabía que tenía un problema que la hacía sentir muy mal,  a pesar de ello  no buscó a un agorero, ni a un brujo o a un adivino. Nada de eso, ella se acercó a Jesús porque sabía que con sólo tocar su capa  iba a recibir lo que estaba buscando. Aunque toda la escena me gusta mucho, ésta en particular me impresiona por la certeza que tenía de que sólo  el Señor podría darle las cosas que   estaba buscando. Tenía fe, tenía seguridad en Dios, confiaba en El.  Cuanto quisiera yo tener  esa certeza que tuvo ella para buscar y beber de la única y verdadera fuente de salvación.

 La escena nos describe que Jesús al sentir la fuerza que había salido de su interior comienza a mirar a su alrededor y luego pregunta quien  lo había tocado.  Esta pregunta pareciera sin sentido porque Él esta apretujado por la gente que lo rodea y cómo preguntar eso cuando todos lo están tocando. Sin embargo  el Señor sintió la diferencia  del toque de esta mujer.  Fue un acercamiento  distinto, fue un toque distinto y fue distinto por la fe que la había impulsado a hacer eso. Al sentirse descubierta  da el tercer movimiento: “se postra delante de Jesús.”  Postrase significa reconocerlo como el único Señor, postrase significa poner en sus  manos toda su confianza, su corazón, su vida entera.  Ante este reconocimiento Jesús le dice: “tu fe te ha salvado.”  Ni siquiera le dice tu fe te ha sanado, sino que Jesús va mucho más allá, le dice : “tu fe te ha salvado.”  Cuando nosotros nos acercamos al Señor de manera sincera, cuando lo palpamos y experimentamos su presencia en nuestras vidas, el no sólo nos sana  sino que nos salva.

Oración:

Señor Jesús aumenta mi fe, permite que te reconozca como el dueño de mi vida, que me acerque a Ti de manera sincera para convertirme en una persona nueva. Amén.


sábado, 27 de julio de 2013

HOY DECIDO SER FELIZ

Hay algunas personas que piensan erróneamente que la felicidad es una meta que se alcanza, es decir, un punto de llegada y se olvidan de vivir cada minuto del día como lo que es, un regalo de Dios. En ese  afán de llegar a esa meta que supuestamente es la felicidad, desperdician la vida invirtiendo el mayor tempo posible en todo aquello que representa la acumulación de dinero, de poder, de fama, en todo lo que represente el aumento de su status. Sobre esta actitud, la palabra de Dios expresa: ¡qué necios son! De qué sirve todo eso si hoy te pido que me entregues la vida?  Yo le hago la misma pregunta a todos aquellos que se han olvidado de ser felices hoy por estar ocupados en la búsqueda de una felicidad futura.  De qué te sirve hacer todo lo que haces si te olvidaste de vivir, de disfrutar el hoy, de competir lo mejor de ti hoy y sobretodo disfrutar la compañía de quienes más amas hoy. Pensando en lo que debes hacer   para que, cuando llegue el ocaso de tu vida hayan muchas historias agradables que recordar y otras que  valgan la pena ser escritas,  te propongo lo siguiente:

Realiza un alto siempre que puedas para contemplar y disfrutar el camino recorrido.
Realiza un alto para descansar, reír y recuperar las fuerzas.
Realiza un alto para compartir con los tuyos y disfrutar de su compañía.
Realiza un alto para contemplar la belleza de la creación.
Realiza un alto para jugar a ser niño.
Realiza un alto para jugar con un niño.
Realiza un alto para escuchar a los otros  porque de ellos tienes mucho que aprender.
Realiza un alto para decir te quiero y para dar un abrazo.
Realiza un alto para pedir perdón por el bien que has dejado de hacer.
Realza un alto para limpiar tu corazón del odio y la amargura.
Realiza un alto para volver  a tomar oxígeno y respirar de manera profunda.
Realizan alto para disfrutar de los tuyos.
Realiza un alto para escuchar el consejo de tus padres, aún en la ancianidad pueden darte una luz.
Realiza un alto para solidarizaste con el más débil y traer alegría a su corazón.
Realiza un alto para reconocer que la principal motivación de tus batallas diarias no debe ser la producción de dinero.
Realiza un alto para dar y recibir amor.
Realiza un alto para el ocio y la recreación.
Realiza un alto para amar a tu familia y estar ahí junto a ella.
Realiza un alto para que  descubras que siempre habrá una mejor manera de ha en las cosas.
Realiza un alto para orar y encontrarte con Dios
Realiza un alto para hacer la voluntad de  Dios.



domingo, 23 de junio de 2013

LOS EUDISTAS: UNGIDOS PARA SERVIR

Con  la llegada del papa Francisco  a la sede   de Pedro se  ha puesto de moda el tema del servicio. El santo padre ha estado hablando insistentemente  de lo que implica el servicio y sobre la necesidad de  que las personas que ocupan cargos de importancia, cargos con capacidad de  decisiones a favor o en contra de los otros, comprendan que esa posibilidad que tienen, debe estimularlos a dejar huellas en la historia, pero huellas que reflejen su contribución para  a lograr  el bienestar del otro, de manera especial, los necesitados, los pobres, los enfermos, es decir, el papa  ha invitado  a que los líderes  y todos los creyentes del mundo  tengamos una opción preferencial por los pobres y desprotegidos.  En realidad  eso no es otra cosa que cumplir  las enseñanzas de Jesús. El papa no ha dicho ni hecho  nada distinto a  lo que enseña el Evangelio, cuando dice que quien quiera ser el primero que se   haga servidor de los demás.  El despliegue que han realizado los medios a estos llamados que hace el papa , nos pone de presente que las enseñanzas del Evangelio serán siempre una buena noticia para el mundo.

Si usted tiene  la oportunidad de leer la Vida de San Juan Eudes, padre fundador  de la comunidad de los padres  eudistas, va a encontrar eso.  Va a encontrar a un hombre que vivió en un momento difícil de la historia de la  Iglesia, especialmente cuando la iglesia estaba ligada al poder económico y el poder político  y a pesar de  las comodidades que esa  vida representaba para él,   prefirió renunciar a esos privilegios e irse a vivir  con los enfermos y desposeídos e iniciar una propuesta formativa y espiritual que le llevara a ayudar a transformar la iglesia desde adentro.  Aunque al inicio tuvo mucha resistencia, incluso al interior de la misma  iglesia, con el paso de los años otros jerarcas  fueron viendo en él  a un líder que quería que los  nuevos sacerdotes se formaran bajo otros principios  para brindar un mejor servicio.

Lo mismo sucedió con el padre Rafael García Herreros. Cuando inició  su obra  a través de la entrega de casitas para los más pobres en Bogotá, y luego cuando recibió en donación unos terrenos en el occidente de la capital, unos terrenos que mantenían inundados la mayor parte del año,  lo tildaron de loco  cuando lo veían pedir escombros en obras de construcción para hacer el mismo  y con la ayuda de la comunidad el relleno de esos terrenos.  Esas locuras del padre Rafael García herreros  han permitido que a lo largo de la historia  miles de familias  hayan cambiado su vida a través  del trabajo que inició el padre  García Herrero y que continúa hoy gracias al aporte de más de mil profesionales que siguen animando esa obra.

Hoy el Minuto ha entregado más de 50.000 viviendas a familias vulnerables;  en los colegios se educan más de 20 mil estudiantes, con tendencia a crecer; la universidad atiende a mas de  70 mil estudiantes,  hay trabajo con campesinos, con mujeres, con micro empresarios. Desde los servicios pastorales   y a través de los mensajes que se divulgan a través de las distintas áreas del Centro Carismático como librerías, emisoras, el oracional se llega cada mes   a cuatro millones de personas.  y con los mensajes que preparan y emiten los padres eudistas en la televisión secular de éste  país, cada día se impactan  unas 6 millones de personas. Lo que quiero resaltar es cómo un proyecto en el que nadie creía hace cincuenta  años hoy en día se siente en toda Colombia y América Latina.

Hay  unas características como servidores que han sido comunes en cada uno de los líderes   que han dinamizado el trabajo de los eudistas y de manera particular de las obras del  Minuto  de Dios,  que deben  permitirnos  guiar nuestro camino:

1.-  Pasión.
2.-. Disponibles para responder  de forma   
      positiva a los llamados de asumir retos.
3-   Han sido siempre parte de la solución.
4.-  Han sido innovadores, es decir, rompen esquemas.
5.-        Toman la iniciativa, es decir, no esperan a que otros le digan lo que hay que hacer.
6.-        Tienen clara sus  metas     y trabajan duro para conquistarlas.
7.-        Tienen  a Jesús como centro y oran intensamente.
8.-        Piensa siempre en ayudar al otro.
9.-        No se amilanan ante los obstáculos.
10.-      No tienen en su corazón espacios para el rencor.

Te animo a que conozcas y bebas de la espiritualidad eudista para que descubras un camino de permanente crecimiento en la fraternidad, en el servicio y la santidad.

martes, 11 de junio de 2013

LIBÉRATE DEL ODIO Y SÉ FELIZ.

El odio y el rencor nos dañan profundamente. La persona que es odiada no se beneficia ni se perjudica: nosotros en cambio  somos los más perjudicados. Por eso hay que aprender a mirar hacia adelante, a no contar las ofensas que nos   hacen, a romper las listas de agravios.  La persona que odia se enferma no sólo físicamente sino de su corazón y de sus pensamientos.  Quiero ilustrar esta reflexión con una anécdota enviada por alguien a través de la red:

“Al entrar su país en guerra, dos amigos fueron alistados. Cayeron en manos de los enemigos y fueron encerrados en un campo de concentración durante dos años. Recibieron un mal trato y en ningún momento les permitieron comunicarse con su familia, sino que más bien los asustaban diciéndoles que los habían asesinados. Cuando acabó la guerra fueron puestos en libertad, y tras abrazarse entrañablemente cada uno reemprendió su propia vida.

Transcurridos diez años, los dos amigos se encontraron de nuevo y se abrazaron con profundo cariño. Después uno le preguntó al otro:

-¿Has olvidado ya a nuestros carceleros? -No, en absoluto. Ni un día he dejado de odiarlos durante este tiempo. ¿Y tú? -Yo les olvidé en el mismo momento en que nos pusieron en libertad. Así que, amigo mío, yo llevo diez años libre y tú llevas doce años prisionero.”

Así podrían ocurrirles a aquellas personas que no son capaces de olvidar las ofensas y maltratos recibidos en el pasado, es decir, podrían estar condenados a vivir tras las rejas del odio y el resentimiento. Estarían condenados a desperdiciar   tiempo valiosísimo, que podrían dedicar a crear y generar más y mejores ideas para su crecimiento personal  y familiar, por pensar en los momentos tristes, por pensar en los momentos dolorosos  provocados  por aquellos que querían nuestra destrucción, pro aquellas que celebraban nuestras desgracias y fracasos.


Hoy quiero animar a todos los lectores a que levantan su mirada al horizonte y descubran todo lo que  están por conquistar. Si continúas mirando el pasado, si continúas  recordando los momentos tristes del pasado y sobre todo si continúas  recordando con odios a todos aquellos que te causaron dolor, miedo,   o tristezas,  te perderás  la  oportunidad de disfrutar de todo lo bueno y   que tiene  Dios y la vida parta ti.  Hoy es el día de cerrar esa puerta, tal vez oscura y gris  de tu vida y abrir delante de ti una nueva puerta, la que está iluminada por la luz de la paz interior, de la alegría, de la esperanza y sobre todo de los deseos de que  todo sea mejor.  Bendiciones.

viernes, 31 de mayo de 2013

¿CÓMO HACER FELIZ A LA ESPOSA?

Dentro del servicio de acompañamiento que brindo  a parejas en conflicto me encuentro con  hombres que son  reiterativos en decir que no entienden a sus esposas, que se esfuerzan    en actuar de manera correcta,   pero no logran llenar las expectativas  que ellas tienen, y en vez de lograr que la relación mejore  han caído en un círculo vicioso  de peleas, maltrato verbal, reconciliación.  Como si no tuviesen otras alternativas.  Así como  he tratado  parejas en conflicto, he logrado acompañar a otras que llevan una relación estable y feliz. ¿Cómo hacen aquellos hombres que llevan relaciones de parejas estables para logra mantener felices a sus esposas?

Parto del hecho de que  no acepto aquellas concepciones   de nuestras abuelas quienes decían que para que el matrimonio durara uno de los dos debía estar dispuesto a aguantar mientras el otro se daba la gran vida. Esos conceptos están mandados a recoger. Hoy en día, ambos    miembros de la relación,  deben estar en igualdad de condiciones de dar y de recibir para poder garantizar la estabilidad. De lo contrario la relación queda desbalanceada y eso afecta la convivencia.  Pero no quiero desviarme del tema. La pregunta inicial era ¿Què podemos hacer los hombres para que nuestra  esposa sea feliz?     A continuación presento las  reglas que  debemos poner en práctica para alcanzar ese objetivo:

1.- Jamás ignore a su pareja, hágala sentir que todo lo que dice y haga es importante para usted.

2.-  Escúchela. Ellas han sido dotadas con un sexto sentido que las lleva siempre a anticiparse a los acontecimientos.

3.- Consulte con ella  las  decisiones   importantes y téngalas en cuenta.

4.- Destaque sus atributos físicos.

5.- Ayúdela y anímela   para que haga realidad sus sueños personales. Recuerde que el crecimiento de ella, también lo favorece a usted.

5.- Oren juntos  y vivan los sacramentos.

6.- Tome la iniciativa  en la organización de espacios de integración familiar en donde estén sólo ustedes y sus hijos. Tanto en el hogar como en espacios distintos al mismo.

7.- No permita que  terceras personas  interfieran en la  relación de  los dos. Ni padres, ni hermanos, ni amigos.

8.- Construyan juntos su espacio, es decir, no vivan en la casa de  los padres o hermanos  mayores.

9.- Sea fiel.

10.- Exprésele sus sentimientos de amor con palabra y acciones. Es decir demuestre lo que siente por ella.

11.- Jamás la maltrate ni física  ni verbalmente. Esto ocasiona grandes heridas.

12.-  Dedíquele tiempo a la relación.

13.- Rompa con la rutina.

14.- No   sea coqueto con terceras personas delante de ella ni lejos de ella.

15.- Diga siempre la verdad.

16.- Propicie espacios para el descanso y la recreación familiar  en la temporada de vacaciones.  La falta de dinero jamás debe ser un excusa para no vacacionar.

17.- Ámela.

18.- Respétela y vele porque  los  otros también la respeten.

19.- Sea  su fortaleza en los momentos de dolor  y tristeza, ej: ante la muerte de un ser querido.

20.- Luche por mantenerse siempre junto  a ella.

Le deseo éxitos en su relación.




sábado, 4 de mayo de 2013

¿CÓMO CONSEGUIR BUENOS AMIGOS?


Como bien se sabe los seres humanos siempre vamos a estar en relación con los otros, es decir, no somos islas.   Estas relaciones se dan en distintos niveles    y en distintos espacios. Tenemos entonces relaciones familiares que son las que construimos en el hogar todos los días y desde cuando somos niños o niñas. Estas relaciones   perduran para toda la vida. Aunque nos sintamos  a gusto o no, hemos nacido en el seno de una familia con su propia historia, con sus costumbres y tradiciones y hemos venido a sumarnos a ese grupo.  Es posible que en la medida en que uno crezca como persona  pueda estar en desacuerdo con la forma como nuestros familiares han construido su  historia, pero eso  no me desliga de  la misma, porque formo parte de ella. En estos casos  más que ubicarme en el otro extremo de los que critican esa historia y esas costumbres, me debo sumar para ayudar a construir nuevos valores, nuevos hábitos y nuevas formas de ser. Con ellos, insisto,  tendremos relaciones por siempre.

El segundo nivel son las relaciones  que se construyen  con el vecindario, es decir con las personas que coinciden con nosotros en el sector de nuestra residencia; pero también  con los compañeros de  la escuela,  de la universidad, con los compañeros de trabajo, con las personas con las que coincidimos cada día en el autobus o en el estacionamiento. En fin,  cada espacio, cada experiencia  diaria, nos permite  entrar en contacto con los demás.  Ahora bien, en medio de tantas circunstancias que me llevan a  entrar en contacto con personas de distintas costumbres  surgen varias inquietudes: ¿Cómo conseguir un amigo verdadero? ¿Cómo se construyen relaciones de amistad  que sean sólidas y duraderas? Además ¿Qué aspectos influyen para que  unas relaciones de amistad sean más  fuertes y más cercanas que otras? ¿Cómo  saber si un amigo  o una amiga en  realidad  le interesan mi amistad y lo que soy como persona y no lo que pueda ofrecerle?

Considero que más   que lanzarme  a la  conquista de mejores amigos, de amigos que me   valoren, que me den su tiempo, y estén dispuestos a compartir sus experiencias conmigo.  Debo primero esforzarme yo en ser un buen amigo y eso es fácil  si tengo en cuenta las siguientes recomendaciones:

-         Debo interesarme por las otras personas. Más que esperar que el otro  se interese en mí, debo tomar la iniciativa de saludar primero, de ser solidario primero, amable, cordial. No olvides que la Palabra nos recuerda que no hemos venido al mundo a ser servidos sino a servir. Para ellos está claro que debo tomar la iniciativa.

-         Estar dispuesto a ayudar  siempre.  Una  buena amistad puede comenzar  a construirse o se puede fortalecer en la medida  en que soy parte de la solución de los problemas que aquejan a la otra persona.  Muchas  veces  nos interesamos por el otro, pero no aportamos nada, no ayudamos a nada. En este segundo nivel debemos lanzarnos a la aventura de  proponer, de construir, de compartir incluso lo  poco que tenemos para que el otro viva mejor. Nuestro tiempo, nuestra  compañía y por  qué no, parte de nuestros recursos.

-   Tener presente las fechas especiales y celebrar con ellos.  Una llamada para felicitar en su cumpleaños, un ramo de flores ó un detalle, por sencillo que sea, hace que la otra persona sepa que le apreciamos y nos alegramos con sus celebraciones. Eso ayuda.

-         Acompañarlos y estar ahí en los momentos de dolor y de dificultades.  Se dice que los verdaderos amigos se  prueban en los momentos en que hay problemas. Más que esperar que los amigos vengan a acompañarte en tus problemas, ve primero y comparte con ellos en sus momentos de tragedia, de pérdidas y fracasos. Ten la certeza de que todo el bien que hagas con alguien necesitado el Señor te lo premiará con el paso del tiempo.

-   Orientando y siendo luz para el otro  sin  invadir sus espacios. Esto significa de que debemos estar dispuesto a orientar y a aconsejar, siempre y cuando la otra persona nos permita hacerlo o sobre todo que nos pida hacerlo.  No podemos jamás invadir los espacios de intimidad de  la otra persona, ni mucho menos pretender que ella actúe conforme a lo que yo considero. Si me pide orientación lo hago, pero es a ella o a él a quien le corresponde actuar en libertad.

-   No abusar  de la amistad  y siendo responsable y cumplidor  de los compromisos que se adquieren. Esto me parece clave. Si queremos construir relaciones de amistad sólidas   y verdaderas jamás debemos abusar de  la confianza que nos brindan nuestros amigos.  Hay que devolver lo que nos prestan antes del tiempo en que la otra persona lo espera y hacerlo en las mejores condiciones.  No debemos invadir sus espacios. No tomar lo que le pertenece al otro sin permiso. En fin, en este sentido hay tanta tela por cortar, pero considero que lo señalado resume todo.  No abuses de tus amigos.

-       No hacer acepción de personas.  Los amigos no se pueden buscar por lo que tienen para brindarnos, porque los seres humanos somos individuos en permanente crecimiento y construcción, y es posible que esa persona que no valores hoy, porque no tiene nada que ofrecerte, mañana sea  un profesional exitoso. Que agradable es  estar al lado de ese  amigo a quien hemos visto crecer  tanto personal como profesionalmente. Son amigos para siempre.

   Ahora bien ¿Qué aspectos influyen para que  unas relaciones de amistad sean más  fuertes y más cercanas que otras?   Hay muchos aspectos pero podríamos destacar solo algunos por ejemplo:   la coincidencia  en gustos por algunos temas específicos como el deporte, la música, la literatura, rumba  u otra actividad en la  que la otra persona se identifique con lo que nosotros disfrutemos. La confianza que me inspire la persona.  Eso no hay que discutirlo, hay algunas personas que inspiran y generan más confianzas que otras. Las amistades se construyen a partir de relaciones de confianza y fraternidad. La confianza  que me inspire para dejarle ingresar a mi  vida, a mi casa, a mi espacio, serán fundamental para iniciar una buena relación de amistad. La  transparencia y coherencia de sus actos.  Todo lo que haga o diga un individuo deja huellas   para bien o para mal. Lo ideal es que las huellas que deja alguien al pasar por nuestra vida, o por la vida de los otros, vaya en sintonía con lo que esa persona dice que es.  Si alguien dice ser honesto, toda su vida debe estar traspasada por la honestidad. Si alguien dice que es creyente, todo lo que haga o diga debe reflejar su condición de creyente. Yo no puedo actuar de una manera en un lugar o en unos espacios y de otro formar en otros espacios, eso es incoherencia.  Hay más posibilidades  de ganare amigos si hay coherencia entre lo que hago y digo. La disponibilidad  a nuestro llamado. Los amigos están disponibles no sólo para celebrar con nosotros, sino que  atienden nuestro llamado cuando los necesitemos. Se pone la camiseta con nosotros y meten su hombro para sacarnos del barro cuando ven que nos estamos hundiendo.

Por último ¿Cómo  saber si un amigo  o una amiga en  realidad  le interesan mi amistad y lo que soy como persona y no lo que pueda ofrecerle?  En ese sentido la Palabra de dios es contundente cuando dice que  si tienes una nueva relación de amistad, debes ponerla a prueba para sí está dispuesto  estar contigo en las batallas  y en las derrotas. Pero también para ver si es capaz de frenar o de hacer rodar un comentario negativo que se haga en contra tuya. Hay muchas formas de poner en prueba a nuestros amigos. Clamo a Dios que te de la sabiduría para que  puedas conocer más y mejor a tus amigos.  Bendiciones y gracias por tu amistad.