¿QUÉ DEBE PASAR PARA QUE DESCUBRAS LA PRESENCIA DE DIOS EN TU VIDA?

Dios todos los días nos manifiesta su amor y su compañía, sin embargo los seres humanos nos resistimos a escuchar  y a interpretar lo que Él nos está diciendo porque esperamos que se nos aparezca o nos llame por teléfono, cosa que nunca va a suceder. Otros esperan manifestaciones de Dios de manera extraordinarias a través de los sueños, o apariciones sin sentido, las cuales en vez de alimentar la fe, nos alejan de la posibilidad de ser sensibles a la escucha de su palabra. Esta es la letra de un canto indígena que aparece traducido en el libro By San Etioy y que me parece oportuno compartir con ustedes en esta mañana. Un hombre susurró: Dios habla conmigo. Y un ruiseñor comenzó a cantar Pero el hombre no oyó. ¡Entonces el hombre repitió, Dios, habla conmigo y el eco de un trueno, se oyó, más el hombre fue incapaz de oír! El hombre miró al rededor y dijo: Dios, déjame verte y una estrella brilló en el cielo pero el hombre no la vio. El hombre comenzó a gritar: Dios, muéstrame un milagro y un niño nació mas el hombre no sintió el latir de la vida. Entonces el hombre comenzó a llorar y a desesperarse: Dios, tócame y déjame saber que estás aquí conmigo... y una mariposa se posó suavemente en su hombro. El hombre espantó la mariposa con la mano y desilusionado continuó su camino, triste, solo y con miedo. ¿Hasta cuándo tenemos que sufrir para comprender que Dios está siempre donde está la vida? ¿Hasta cuándo mantendremos nuestros ojos y nuestros corazones cerrados para los milagros de la vida que se presentan diariamente en todo momento? Confío en que a partir de estas reflexiones seamos capaces de descubrir la presencia de Dios en cada momento de nuestra historia.