Antes de hacer cualquiera de
las siguientes oraciones, y para tener
mayor posibilidades éxito en la intención que te anima a
hacerlas, es necesario que tengas en cuenta las siguientes
claridades, de otra manera las
mismas pueden ser utilizadas de manera
equivocada y los resultados puede que resulten siendo frustrantes y
contrarios a lo que esperas.
3.- Las oraciones que te propongo en este espacio están centradas en Dios que para nosotros los creyentes católicos es uno y trino, es decir, a Dios que es al mismo tiempo Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y están centradas en ese Dios porque creo que Él venció las fuerzas del mal y que en la persona del Hijo nos redimió de los pecados y en Él podemos tener vida nueva. Entiendo la vida nueva como ese camino distinto que recorremos cuando hemos tomado la decisión de entregarnos a Él renunciando a todo lo que se opone al plan que tiene para nosotros. Creo que nos vamos entendiendo, si es así avance en la lectura.
4.- Este itinerario de oraciones se desarrolla a manera de um espiral ascendente en el que la persona que decide ascenderlo al llegar a la parte alta del espiral, verá el mundo y las realidades que lo rodean con ojos nuevos y con mayor claridad.
5.- Cambie su Chip e inténtalo de otra forma. Dicen los economistas que cuando repetimos las mismas acciones obtendremos los mismos resultados. Supongo que si usted ha llegado hasta este punto de la lectura es porque quiere que las cosas en su vida mejoren. Tal vez en el pasado lo habrá intentado muchas veces y los resultados no cambian. Pues bien llegó el momento de utilizar la ayuda que nos brinda Dios, quien por amor envió a su hijo al mundo para salvar y restaurar todo aquello que estaba perdido.
1.- Las oraciones están planteadas a manera de un itinerario, el cual es
preciso seguir en forma diaria y disciplinada, es decir, la oración y propósitos de cada día no son aislados de los otros días ni de la vida.
En la medida en que te apropies de cada idea y de cada
palabra te servirá de ruta para llegar a la meta que te
has planteado. Si eres una persona
disciplinada y que cumple con los compromisos personales adquiridos Dios te va a bendecir grandemente.
2.- Esta no puede ser utilizada como amuleto ni como ayuda mágica. Me explico, en muchos de nuestros pueblos
latinoamericanos es común encontrar en la cartera de las personas algunos
fetiches que en vez de atraer lo bueno, terminan atrayendo lo malo. Algunos
utilizan oraciones a las que le atribuyen el poder de ocultarlo de sus
enemigos y a otras el de desviar los
ataques con armas y demás como si la oración por sí sola fuera un escudo con
blindaje, cosa que bajo ningún punto de vista es verdad. Debo aclarar que esta
es una estrategia que utilizan los adivinos y hechiceros para engañar a las
personas y lo peor para sacar beneficio económico. Esta oración no suplanta la responsabilidad
que tiene la persona que la utiliza de tomar todas las medidas que garanticen
el cuidado y conservación de su vida, de su salud, su familia y su economía. Los resultados no se
verán a corto plazo, serán el resultado de las nuevas acciones de quien la práctica. Si llegó hasta aquí, lo
animo a continuar porque se sorprenderá
de lo que va a pasar.
3.- Las oraciones que te propongo en este espacio están centradas en Dios que para nosotros los creyentes católicos es uno y trino, es decir, a Dios que es al mismo tiempo Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y están centradas en ese Dios porque creo que Él venció las fuerzas del mal y que en la persona del Hijo nos redimió de los pecados y en Él podemos tener vida nueva. Entiendo la vida nueva como ese camino distinto que recorremos cuando hemos tomado la decisión de entregarnos a Él renunciando a todo lo que se opone al plan que tiene para nosotros. Creo que nos vamos entendiendo, si es así avance en la lectura.
4.- Este itinerario de oraciones se desarrolla a manera de um espiral ascendente en el que la persona que decide ascenderlo al llegar a la parte alta del espiral, verá el mundo y las realidades que lo rodean con ojos nuevos y con mayor claridad.
5.- Cambie su Chip e inténtalo de otra forma. Dicen los economistas que cuando repetimos las mismas acciones obtendremos los mismos resultados. Supongo que si usted ha llegado hasta este punto de la lectura es porque quiere que las cosas en su vida mejoren. Tal vez en el pasado lo habrá intentado muchas veces y los resultados no cambian. Pues bien llegó el momento de utilizar la ayuda que nos brinda Dios, quien por amor envió a su hijo al mundo para salvar y restaurar todo aquello que estaba perdido.
Para comenzar le propongo dos textos bíblicos:
Efesios 6, 10-18 :
“Por último, fortalézcanse con el gran
poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para
que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.
Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos.” Además San Mateo 21,2 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos.” Además San Mateo 21,2 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
En ambas citas bíblicas se nos deja ver
parte del itinerario que vamos a seguir: vivir en la verdad, justicia, disponibles para
dar testimonio, creer en el poder de la
oración. El itinerario es de siete días con intenciones y propósitos
específicos a los que cada día se van
sumando nuevos propósitos.
Bienvenidos a esta experiencia que será de gran bendición para tu ida.
OREMOS.
Día primero, para doblegar la mentira.
(Iniciar con la señal de la cruz,
credo, padre nuestro, un acto de
contrición y un Dios te salve).
Espíritu
Santo lléname de tu presencia, hazme de
nuevo para Ti y aleja de mí todo aquello que se oponga al plan de Dios en
mi vida. Cúbreme con tu santa presencia,
toma cada parte de mi cuerpo y hazla
tuya. Que pueda glorificarte con cada latido de mi corazón, con cada
imagen que brota de mi mente y con cada palabra que pronuncien mis labios. Al
iniciar este itinerario de oración, Señor, quiero cambiar cada área de mi vida
que haya manejado con irresponsabilidad
y la primera es para vencer la mentira. Hoy espíritu Santo aparta de mí la mentira y ayúdame
a vivir en la verdad. Tú sabes
las veces que he mentido Señor, a mi familia, a mis amigos, a mis compañeros de
trabajo y estudios, a mi pareja. Desde este momento Señor asumo el firme
propósito de no volver a mentir porque
con la mentira te he ofendido a Ti. A partir de hoy diré la verdad siempre.
Gracias Señor por controlar mi lengua
y por ayudarme a poner en práctica este propósito de renunciar a la
mentira y vivir en la verdad. De igual manera pongo en tus manos mis necesidades y confío en que me vas a bendecir porque me amas, te lo pido a ti
Señor, que vives y reinas por los siglos de los siglos amén. Se reza el padre nuestro.
Día segundo, para
doblegar la envidia y la codicia.
(Iniciar con la señal de la cruz, credo,
padre nuestro, un acto de contrición
y un Avemaría).
Espíritu
Santo lléname de tu presencia, hazme de
nuevo para Ti y aleja de mí todo aquello que se oponga al plan de Dios en
mi vida. Cúbreme con tu santa presencia,
toma cada parte de mi cuerpo y hazla
tuya. Que pueda glorificarte con cada latido de mi corazón, con cada
imagen que brota de mi mente y con cada palabra que pronuncien mis labios. En
este día, de manera especial quiero que me sigas dando fuerza y ganas de conducir mi vida por los caminos de la
verdad, y de manera particular en este
día te pido me liberes de la envidia y
de la codicia. Hoy espíritu Santo aparta
de mí la envidia y la codicia, a vivir
sin desear los bienes ajenos y además sin querer acumular más de lo que es justo y necesario. Tú sabes las veces que he codiciado. Desde
este momento Señor asumo el firme propósito de no volver a desear los bienes
ajenos porque con esas actitudes he
maltratado a mis hermanos y te he
ofendido a Ti. Gracias Señor por encontrarme y hacerme tuyo y por ayudarme a poner en práctica este
propósito de renunciar a la envidia y a la codicia. De igual manera pongo en
tus manos mis necesidades y confío en
que me vas a bendecir porque me amas,
te lo pido a ti Señor, que vives y reinas por los siglos de los siglos amén. Se reza el padre nuestro y el Dios te salve
y cubre tu cuerpo con la señal de la cruz.
Acción:
rechazar la envidia y la codicia.
Día tercero, para sanarnos de la ira, el odio, los
resentimiento y la sed de venganza.
(Iniciar con la señal de la cruz, credo,
padre nuestro, un acto de contrición
y un Avemaría).
Espíritu
Santo lléname de tu presencia, hazme de
nuevo para Ti y aleja de mí todo aquello que se oponga al plan de Dios en
mi vida. Cúbreme con tu santa presencia,
toma cada parte de mi cuerpo y hazla
tuya. Que pueda glorificarte con cada latido de mi corazón, con cada
imagen que brota de mi mente y con cada palabra que pronuncien mis labios. Que
mis actitudes y acciones en este día reflejen las tuyas, que no sea yo, sino Tú,
amado Dios quien puede ser rebelado a los hombres y cada persona con la que me relacione en este día. Gracias
amado Dios, por regalarnos a Jesús, y por enseñarnos a través de Él. Te pido de
manera especial que ayudes a conocerlo cada día más y a hacer su voluntad. Te
lo pido Dios, y por todo lo que
regalarás en este día, te doy las gracias.
Te
doy las gracias porque he comenzado a vivir en la verdad, gracias porque me has
ayudado a comprender que no hay mentira grande y pequeña, la mentira es mentira
siempre y debo alejarla de mi vida.
También Señor gracias por ayudarme a reconocer la envidia y la codicia como actitudes que me alejan de
Ti, por lo tanto ya he comenzado a alejarlas de mi vida y actuando así me
siento libre, me siento más liviano, me siento mejor. Gracias Jesús, gracias buen Dios por amarme y
por estar conmigo siempre.
En
este camino que estoy siguiendo para unir mi vida a la tuya, desde hoy Señor te
pido que me ayudes a sanar mi corazón de
la ira, los odios, los resentimientos y la sed de venganza. Tú conoces
Señor a las personas que me han hecho daño, algunos de los cuales eran cercanos
a mí, sin embargo abusaron de mi confianza. Aunque han pasado los años, todavía
tengo grabado en mi mente esa escena en
la que esa persona que odio me hizo daño.
Desde ese momento hasta la fecha, le he deseado mal, y siempre que he tenido la oportunidad hablo mal de ella, denigro de ella, pero sólo con el propósito
de dañarla. He buscado que todos le odien como le odio yo. Sin embargo Señor,
veo que estoy cargando con algo muy pesado de lo cual me quiero liberar desde
hoy. Así es señor, ayúdame a alejar de mí esos sentimientos negativos y en ese lugar pon buenos deseos hacia esas
personas. Tu palabra nos recuerda que si sólo hacemos el bien a las personas
que han sido bondadosas con nosotros, no hemos hecho nada extraordinario porque
hasta los pecadores actúan de esa manera, Lc 6, 27-49. Tú nos envías a orar por nuestros enemigos y a hacer el
bien a quienes nos persiguen. Eso quiero
hacer desde hoy Señor, quiero liberarme de esta carga de los odios, y sólo Tú
me puedes ayudar Señor. Bendito seas.
Desde
este momento Señor asumo el firme propósito de no volver a tener odio en mi
corazón, ni resentimiento, ni deseos de vengarme de nadie. Tú eres un Dios bueno, a pesar de todo el
daño que recibiste seguías amando y perdonando. De igual manera quiero hacerlo
con tu ayuda. En mi corazón no habrá espacios para el odio ni el resentimiento porque con esas actitudes te he ofendido a Ti. Desde hoy, oraré por
todos aquellos contra quienes guardaba estos sentimientos, para que el Señor
les ayude a cambiar su corazón. Gracias Señor por encontrarme y hacerme
tuyo y por ayudarme a poner en
práctica este propósito de renunciar a los odios, la idea, el resentimiento y
la sed de venganza.
De igual manera pongo en tus manos mis necesidades y confío en que me vas a bendecir porque me amas, te lo pido a ti
Señor, que vives y reinas por los siglos de los siglos amén. Se reza el padre nuestro y el Dios te salve y
cubre tu cuerpo con la señal de la cruz.
Acción:
en tu corazón sólo habrá espacio para el amor no para el odio ni la ira.
Día cuarto, para sanarnos del egoísmo y para alimentar actos de solidaridad.
(Iniciar con la señal de la cruz, credo,
padre nuestro, un acto de contrición y un Avemaría).
Espíritu
Santo lléname de tu presencia, hazme de
nuevo para Ti y aleja de mí todo aquello que se oponga al plan de Dios en
mi vida. Cúbreme con tu santa presencia,
toma cada parte de mi cuerpo y hazla
tuya. Que pueda glorificarte con cada latido de mi corazón, con cada
imagen que brota de mi mente y con cada palabra que pronuncien mis labios. Que
mis actitudes y acciones en este día reflejen las tuyas, que no sea yo, sino
Tú, amado Dios quien puede ser rebelado a los hombres y a cada persona
con la que me relacione en este día. Gracias amado Dios, por regalarnos
a Jesús, y por enseñarnos a través de Él. Te pido de manera especial que ayudes
a conocerlo cada día más y a hacer su voluntad. Te lo pido Dios, y por todo lo que regalarás en este día, te
doy las gracias.
Te
doy las gracias porque he comenzado a vivir en la verdad, gracias porque me has
ayudado a comprender que no hay mentira grande y pequeña, la mentira es mentira
siempre y debo alejarla de mi vida.
También Señor gracias por ayudarme a reconocer la envidia y la codicia como actitudes que me alejan de
Ti, gracias por ayudarme a reconocer la ira, el odio, el resentimiento y la sed
de venganza como sentimientos que me hacen daño porque me alejan de tu gracia.
He comenzado a reemplazar esos sentimientos dañinos por
buenos deseos hacia mis enemigos y
me siento libre, me siento más liviano, me siento mejor. Gracias Jesús, gracias buen Dios por amarme y
por estar conmigo siempre.
En
este camino que estoy siguiendo para unir mi vida a la tuya, desde hoy Señor te
pido que me ayudes a sanar mi corazón del egoísmo. He pensado siempre en mí, he
querido sacar ventaja siempre, he buscado saciar mi deseo de tener cada día más
y con esas actividades no sólo le he hecho daños a mis semejantes sino a mí,
muchos me odian por mis actitudes egoístas. Pero he aprendido que Tú cambias el
corazón de todo aquel que se entrega a Ti y yo quiero entregarte mi corazón
Señor, porque quiero ser nuevo, quiero ser diferente, quiero ser mejor
persona. En este momento uno mi corazón
al tuyo buen Dios para cambiar el egoísmo por
actos de solidaridad. Quiero servir, ayúdame a servir, quiero
encontrarme con el necesitado permite que pueda tener siempre algo para compartir
con él. Gracias Señor por encontrarme y hacerme tuyo y por ayudarme a poner en práctica este
propósito de renunciar al egoísmo y reemplazar por actos de solidaridad.
De igual manera pongo en tus manos mis necesidades y confío en que me vas a bendecir porque me amas, te lo pido a ti
Señor, que vives y reinas por los siglos de los siglos amén. Se reza el padre nuestro y el Dios te salve
y cubre tu cuerpo con la señal de la cruz.
Acción:
serás solidario
Día quinto, para sanarnos de la incredulidad y aumentar
nuestra fe.
(Iniciar con la señal de la cruz, credo,
padre nuestro, un acto de contrición y un Avemaría).
Espíritu
Santo lléname de tu presencia, hazme de
nuevo para Ti y aleja de mí todo aquello que se oponga al plan de Dios en
mi vida. Cúbreme con tu santa presencia,
toma cada parte de mi cuerpo y hazla
tuya. Que pueda glorificarte con cada latido de mi corazón, con cada
imagen que brota de mi mente y con cada palabra que pronuncien mis labios. Que
mis actitudes y acciones en este día reflejen las tuyas, que no sea yo, sino
Tú, amado Dios quien puede ser rebelado a los hombres y cada persona con la que me relacione en este día. Gracias
amado Dios, por regalarnos a Jesús, y por enseñarnos a través de Él. Te pido de
manera especial que ayudes a conocerlo cada día más y a hacer su voluntad. Te
lo pido Dios, y por todo lo que
regalarás en este día, te doy las gracias.
Te
doy las gracias porque he comenzado a vivir en la verdad, gracias porque me has
ayudado a comprender que no hay mentira grande y pequeña, la mentira es mentira
siempre y debo alejarla de mi vida.
También Señor gracias por ayudarme a reconocer la envidia y la codicia como actitudes que me alejan de
Ti, gracias por ayudarme a reconocer la ira, el odio, el resentimiento y la sed
de venganza como sentimientos que me hacen daño porque me alejan de tu gracia.
Gracias Jesús por sanarme de los egoísmos y por hacerme solidario con los demás, especialmente con las personas
necesitadas. He comenzado a reemplazar esos sentimientos y actitudes negativas,
por
nuevos sentimientos y nuevas acciones hacia todos y me
siento libre, me siento más liviano, me siento mejor. Gracias Jesús, gracias buen Dios por amarme y
por estar conmigo siempre.
En
este camino que estoy siguiendo para unir mi vida a la tuya, desde hoy Señor te
pido que me ayudes a sanar mi corazón de la incredulidad y la poca fe. Durante
mucho tiempo había dudado de Ti, había dudado de tu capacidad transformadora.
Hoy reconozco que al recorrer este tiempo contigo, me has tocado el
corazón, te he sentido cercano, he
sentido tu compañía, tu cercanía, porque me amas, gracias por todo ese amor que
me has regalado Jesús. Bendito seas por siempre Señor. No permitiré que nada me
aleje de ti Señor, quiero estar a tu lado siempre, Señor.
De igual manera pongo en tus manos mis necesidades y confío en que me vas a bendecir porque me amas, te lo pido a Ti
Señor, que vives y reinas por los siglos de los siglos amén. Se reza el padre nuestro y el Dios te salve
y cubre tu cuerpo con la señal de la cruz.
Acción:
creerás más en Dios.
Día sexto, para reconciliarnos con Dios.
(Iniciar con la señal de la cruz, credo,
padre nuestro, un acto de contrición y un Avemaría)
.
Espíritu
Santo lléname de tu presencia, hazme de
nuevo para Ti y aleja de mí todo aquello que se oponga al plan de Dios en
mi vida. Cúbreme con tu santa presencia,
toma cada parte de mi cuerpo y hazla
tuya. Que pueda glorificarte con cada latido de mi corazón, con cada
imagen que brota de mi mente y con cada palabra que pronuncien mis labios. Que
mis actitudes y acciones en este día reflejen las tuyas, que no sea yo, sino
Tú, amado Dios quien puede ser rebelado a los hombres y cada persona con la que me relacione en este día. Gracias
amado Dios, por regalarnos a Jesús, y por enseñarnos a través de Él. Te pido de
manera especial que ayudes a conocerlo cada día más y a hacer su voluntad. Te
lo pido Dios, y por todo lo que
regalarás en este día, te doy las gracias.
Te
doy las gracias porque has abierto mis ojos y mi corazón a Ti, gracias por
mostrarme el camino de la verdad, la justicia, el amor, la solidaridad y la fe. Gracias por ser un
Dios que reconcilia, un Dios que perdona, un Dios que da nuevas oportunidades a
tus hijos. A pesar de que te demos la espalda y demos más importancia a las
propuestas que nos ofrece el mundo, Tú nos sigues amando y quieres darnos una vida nueva, libre del pecado, la
maldad porque quieres salvarnos. Gracias
Jesús
Gracias
Jesús, gracias buen Dios por amarme y por
estar conmigo siempre.
En
este camino que estoy siguiendo para unir mi vida a la tuya, hoy te pido que me
perdones por todo el mal que haya hecho. He sentido que al recorrer este tiempo contigo, me has tocado
el corazón, te he sentido cercano, he
sentido tu compañía, tu amor, porque me amas. Eso me lleva a reconocer que
antes de iniciar este recorrido espiritual me había equivocado muchas veces,
porque mi corazón estaba en otra parte, porque tenía otros intereses. El
espacio y el tiempo que debí ocuparlo en tus cosas lo dediqué a otras de menor importancia, por
esas equivocaciones también te pido que me regales tu perdón. Perdóname
Señor. Ayúdame a reconocer tu amor
misericordioso a través de los
sacerdotes, quienes en tu nombre, pueden
hacer visible tu amor que reconcilia.
Dispongo
mi corazón para que en este día busque
un sacerdote y pueda experimentar ese
sacramento maravilloso de la reconciliación.
Quiero arrojar lejos de mí las cargas y las ataduras que impedían mi
caminar. Quiero tirar las cargas que no me permitían estar libre. Tu Señor me darás la
libertad. Gracias por tanto buen Dios. Pongo en tus manos mis necesidades y confío en que me vas a bendecir porque me amas, te lo pido a Ti
Señor, que vives y reinas por los siglos de los siglos amén. Se reza el padre nuestro y el Dios te salve
y cubre tu cuerpo con la señal de la cruz.
Acción:
buscarás un sacerdote y te reconciliarás.
Día séptimo, para permanecer y vivir en Dios.
(Iniciar con la señal de la cruz, credo,
padre nuestro, un acto de contrición y un Avemaría).
Espíritu
Santo cúbreme con tu santa presencia,
toma cada parte de mi cuerpo y hazla
tuya. Que pueda glorificarte con cada latido de mi corazón, con cada
imagen que brota de mi mente y con cada palabra que pronuncien mis labios. Que
mis actitudes y acciones en este día reflejen las tuyas, que no sea yo, sino
Tú, amado Dios quien puede ser rebelado a los hombres y cada persona con la que me relacione en este día. Gracias
amado Dios, por regalarnos a Jesús, y por enseñarnos a través de Él. Te pido de
manera especial que ayudes a conocerlo cada día más y a hacer su voluntad. Te
lo pido Dios, y por todo lo que
regalarás en este día, te doy las gracias.
Te
doy las gracias porque has abierto mis ojos y mi corazón a Ti, gracias por
mostrarme el camino de la verdad, la justicia, el amor, por liberarnos de los egoísmos,
por hacerme solidario, por regalarme el
don de la fe. Gracias por ser un Dios que reconcilia, un Dios que perdona, un
Dios que da nuevas oportunidades a tus hijos. A pesar de que te demos la
espalda y demos más importancia a las propuestas que nos ofrece el mundo, Tú
nos sigues amando y quieres darnos una
vida nueva, libre del pecado, la maldad porque
quieres salvarnos. Gracias Jesús
Gracias
Jesús, gracias buen Dios por amarme y por
estar conmigo siempre.
Hoy
te pido que me animes para permanecer en tu presencia, quiero ser tuyo, quiero estar
a tu lado, quiero dejarme conducir por Ti en todo lo que haga, quiero ser tuyo
para siempre.
Dispongo mi corazón para que a partir de este día pueda asumir el
compromiso de leer y meditar tu palabra todos los días de mi vida y de igual manera para que lleve una
vida sacramental. Tú nos envías como ovejas en medio de lobos. Sé que
aunque me desplace por territorios difíciles, vas a estar conmigo, Señor guiando mis pasos,
llenándome de tu fuerza, de tu amor y de
tu misericordia Señor. Bendito sea tu nombre para siempre. No permitas que nada me des anime en este
nuevo recorrido que iniciaré a tu lado. Ayúdame a ser paciente para esperar la
respuesta que tienes para mí en el tiempo que consideres, de igual manera
regálame tu espíritu de sabiduría para poder leer y entender todo lo que me
quieres dar
Pongo
en tus manos mis necesidades y confío en
que me vas a bendecir porque me amas,
te lo pido a Ti Señor, que vives y reinas por los siglos de los siglos
amén. Se reza el padre nuestro y cubre
tu cuerpo con la señal de la cruz.
Acción:
Leerás y meditarás la palabra todos los días.