jueves, 11 de noviembre de 2010

“YO QUIERO, YO PUEDO Y CON LA AYUDA DE DIOS LO VOY A LOGRAR”

Los seres humanos   deberíamos preocuparnos  por comprender el poder que tienen las palabras  y las frases.  Una sola frase  pronunciada   de manera inoportuna puede significar el final de una relación  de amistad, una relación de pareja o el impedimento para que un negocio se cristalice. Los prudentes suelen decir que hay que pensar muy bien antes de hablar  y de actuar,  por algo dice el refrán que: “la prudencia es de sabios”, sin  embargo desafortunadamente, muchos hablan y actúan y después reflexionan, cuando ya no hay nada que hacer. Los  que  actúan de esta manera olvidan  que; “después de ojo afuera no hay Santa Lucía que valga.” Conozco muchas familias que se han enfrentado hasta destruirse simplemente porque un día alguien,  cegado por la furia, se le ocurrió decir alguna  palabra dura que terminó por afectarlos a todos.  También conozco relaciones de amistad de muchos años que se han venido a pique, simplemente porque alguien cometió el error  de no medir sus palabras.

Las palabras y frases inapropiadas, así como hacen daño en la relación que sostenemos con terceros, de la misma manera pueden afectar la forma particular que tenemos las personas de  resolver las situaciones del día a día.  Es decir que las palabras no sólo afectan o benefician a  quienes las escuchan, sino a aquel que las pronuncia y las cree como una verdad absoluta. En este caso me acuerdo  de la gente que todos los días se maltratan diciéndose a sí mismas  que no sirven para nada, que no son capaces de superar las dificultades, que no  pueden etc. Quien  se refiere a sí mismo de esta manera termina convencido de que es un bueno para nada  y no hace lo necesario para salir adelante.

Mucha gente  está pasando dificultades  y lo que es peor, está permitiendo que su familia pase dificultades porque se ha convencido de que es un incapaz, de que no sirve, de que es bruto.  No estoy exagerando se califican simplemente como unos incapaces. Es obvio que una persona que tenga ese concepto tan pobre de sí misma, no puede pretender que los demás le digan que si es inteligente, que sí puede, que vale la pena seguir. La vida no puede ser así.

Valdría la pena que quienes están leyendo estas páginas  analicen que tanto  daño  están haciéndole  a los otros y que tanto daño se están haciendo  a sí mismas con las palabras que pronuncian. Si descubres que  te has equivocado en este sentido  te invito    a que cambies de actitud de manera radical. Un buen ejercicio consiste en cambiar de actitud. Si antes  eras negativo, si antes eras crítico, si antes le encontrabas pero a todo. Trata de encontrar en cada cosa todo lo positivo que haya en ella y lo bueno que tenga fortalécelo  con tu aporte y con tu sabiduría.

A nivel personal te animo a que en vez de decir que no se puede, digas más bien: “yo quiero, yo puedo por eso con la fuerza y la inteligencia que tengo y con la  ayuda de Dios lo voy a lograr

3 comentarios:

  1. Iniciando mes de agosto me encuentro con tu blog y precisamente con esta publicacion que hace recargar todas mis buenas energias y cristalizar para estos dias parte de mis metas, y seguir trabajando para se cumplan mas y mas.

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