domingo, 9 de octubre de 2011

¿POR QUÉ LOS CRISTIANOS SOMOS INCÓMODOS?

Los cristianos que vivimos nuestra fe somos incómodos   para muchos que están al frente del poder político, al frente de las grandes empresas, o al frente de procesos y de grupos humanos.

¿Sabes porque somos incómodos para ellos?

Por una razón, un buen cristiano denuncia las injusticas, un buen cristiano no se queda callado cuando descubre que el patrón maltrata a sus trabajadores, cuando descubre que no les paga un salario justo, cuando utiliza la explotación como herramienta para  enriquecer a unos pocos a costa de la pobreza, del hambre y de la miseria de la mayoría. Los cristianos somos incómodos  porque no somos capaces de quedarnos callados cuando vemos que algunos aprovechan cualquier importunidad para robar y apropiarse de lo que no les pertenece, cuando utiliza la mentira y la trampa como estrategia para beneficiarse. Los cristianos somos incómodos porque rechazamos la pasividad, porque invitamos al cambio, a la transformación, porque animamos a los que sufren a que rompan con el yugo y se levanten en protesta  por el sometimiento y por la búsqueda de su liberación. Los cristianos somos incómodos para ellos, porque  defendemos  la verdad y porque nos esforzamos por vivir en ella. Los cristianos somos incómodos porque a pesar de la opresión oramos y alabamos al Dios eterno, porque somos capaces de creer cuando ya no hay ninguna esperanza, porque somos capaces de abandonarnos en las manos de Dios cuando la  ciencia y la sabiduría del hombre ya no son suficientes para garantizar la prosperidad y la paz. Los cristianos somos incómodos porque tenemos fe en que  todo puede ser mejor. A pesar de todo eso, prefiero ser cristiano y no  sumergirme en el pecado que causa muerte y destrucción.