lunes, 8 de febrero de 2021

ORACIÒN DE AMOR A JESÙS

 

Mi Jesús, mi querido Jesús, mi amado Jesùs.  Durante este segundo mes del año queremos adorarte con todas las fuerzas de nuestro corazón, te amamos, te glorificamos te exaltamos por lo que  eres,  te adoramos, te glorificamos y te exaltamos buen Jesús por ser quien eres. Bendito seas por siempre Señor.  Nos ponemos en tus manos, queremos estar junto a Ti, queremos ser tuyos, Señor, y, desde la inmensidad de tu amor por nosotros deseamos glorificarte por tu Misericordia. Has posible que cada Minuto de vida que nos regales durante este mes de febrero, nunca nos olvidemos de Ti.  Toma el control de nuestros corazones, como familia eudista buen Dios y  que cada latido  sea una oda de alabanza para exaltarte sólo Ti.  Que la sangre que fluye con fuerza través de nuestras mis venas y arterias, sean Tú mismo, impregnando de tu amor y de tu presencia cada célula, cada órgano de nuestro cuerpo dando nueva vida, dándonos tu vida Señor para la salvación de todos. 

 

Conoces muy bien lo que hemos sufrido como familia humana por esta pandemia, conoces muy bien los temores que han embargado a  cada miembro de nuestra familia y a nosotros mismos  al enfrentar esta realidad del Covid 19. Los miedos nos han llevado a alejarnos físicamente de amigos, de hermanos en la fe por temor al contagio. Y también nos han alejado de los actos de solidaridad con los necesitados.  Por eso en este momento Señor, mientras llenas nuestra vida de Ti, mientras recorres cada parte de nuestro cuerpo y de nuestros pensamientos, te pedimos Señor que nos sanes de esos miedos que nos impulsan a levantar barreras, a levantar muros para guardar la distancia de los otros y nos ayudes, amado Dios, a reconocernos  como  instrumentos tuyos  y de bendición para mis hermanos.  Y eso queremos como eudistas,  queremos  ser instrumentos de bendición para los otros, porque nuestra  vida es tuya Señor, y queremos  entregarla amando,  sirviendo, evangelizando, anunciándote a Ti, Señor,  dando testimonio de las maravillas que haces. Que seamos capaces durante este mes y siempre de reconocer la misericordia de Dios Padre, y tu misericordia como Hijo del Dios vivo en el servicio que prestabas y también el que ofrecía  Juan Eudes con los enfermos de tuberculosis.  Él no se alejaba, no se escondía, sino que se sumergía en las de  miserias de  la sociedad, en el dolor de los enfermos, en la soledad de los despreciados por todos, no sólo para curar sus heridas como lo hacías Tu,  buen Dios, sino para ser Él mismo  amando y sirviendo en tu nombre. Animado por ese amor que sentías por la humanidad y animados por el amor que experimentó nuestro padre fundador por los sufrientes, durante este mes y siempre busquemos  amar de la misma  manera,  por eso Señor, ayúdanos  a vencer esos miedos, que nos  han paralizado, que nos  han aislado de los que sufren Señor.  Y que al amar y servir a mis hermanos, no busquemos la gloria personal, sino que anime a esos necesitados a dirigir su mirada hacía Ti, que eres el único que merece todo gloría y toda honra.  Bendice estas intenciones de nuestro corazón Señor, y que  impulsados por la fuerza de tu Espíritu Santo y la luz de tu palabra, podamos  lanzarnos  a la aventura de amar más y de servir más y mejor, amen.