sábado, 24 de diciembre de 2016

ORACION PARA DEJAR EL ODIO



Señor Jesús, tú conoces el sentimiento de rencor que he tenido hacia esta persona que traicionó mi confianza.  Aunque han pasado los años, guardo en mi mente ese instante en que sucedió todo. Desde ese día no he experimentado hacia ella ó el, otra cosa que el rechazo, y mucho odio, mi Dios. Aunque he querido olvidar y recordar sin dolor no he podido, por eso clamo a Ti para que me sanes, para   que la gracia de Tu Espíritu Santo se pose sobre mí y me renueve. Es lo que más quiero y deseo para mi vida. Ven Señor, desciende como rocío, como viento suave sobre mí, límpiame, purifícame, lléname de Ti, Señor. Necesito de tu presencia en mi vida.

Sólo una cosa quiero Señor y es amarte hasta el último día de mi vida y que también yo pueda experimentar tu amor que es consuelo, que es compañía y fortaleza en cada una de las situaciones que vivo. Permite que pueda descubrir y aprender de Ti esa gracia del perdón.

 Tú que entregaste tu vida por cada uno de nosotros, Tú Señor que recorriste caminos y pueblos haciendo el bien y sobretodo que seguiste amando y perdonando sin medida a pesar de que fuiste señalado, condenado y agredido por promover la verdad y la justicia, a pesar de que consagraste tu vida a hacer el bien fuiste despreciado y aun así en tu corazón no había espacio el odio, de igual manera has posible que el mío quede limpio Señor del Odio y la sed de venganza. Que tome conciencia de que a pesar de que Tú eres santo, el hijo de Dios y así fuiste calumniado y agredido ¿qué se espera para nosotros que hemos cometido tantos errores? Que estas claridades, nos ayude a cambiar nuestros sentimientos hacia todos los que nos ha ofendido, que más que odiarles podamos ahora orar para que el Señor los bendiga y los ayude en cada una de sus necesidades.  

Por esa transformación que vas a hacer en vida, te alabo, te bendigo y te glorifico, amen.

SEÑOR, SÁNAME DEL ODIO Y EL RESENTIMIENTO.



Pido al Señor en este momento que derrame abundantes bendiciones sobre ti que estás compartiendo conmigo este mensaje.  Y de manera particular clamo a Él para que rompa las cadenas   del odio y del resentimiento que tanto mal viene ocasionado a las familias.

Mis hermanos les invito a que pensemos unos instantes en esas circunstancias que han generado conflictos con algunos miembros de tu familia ó con algún amigo.

De manera particular me impacta mucho que   las autoridades digan  que  las temporadas del año  y espacios de reunión en los cuales se presentan más rencillas y violencia intrafamiliar sean la  temporada de navidad, de fin de año, día de la madre, día del padre, amor y amistad ó la celebración del cumpleaños de algunos de los progenitores.  Y al preguntar por qué se da eso? La respuesta es lapidaria: porque son las temporadas del año en donde la familia se reencuentra y porque bajo los efectos del licor, la gente se atreve a reclamarle a ese hermano, a ese tío que se ha equivocado, ó ha propiciado la malversación de los recursos que les pertenecían a todos, ó porque se han tomado decisiones sin construir consensos familiares, ahí comienza el problema que en muchos casos termina en tragedia.

Cuando me entero de tantas tragedias propiciadas por la intolerancia, la incomunicación y la falta de afecto entre la familia, les confieso que pienso en mi propia familia. Sin pretender presentarla  como modelo, porque al igual que la tuya tiene muchos defectos y cosas por corregir,  descubro como la misericordia de Dios ha estado con nosotros y cómo,  animados por el ejemplo de nuestros padres,  hemos sido capaces de construir proyectos comunes siendo solidarios y, al  mismo tiempo,  cooperadores entre todos para para que cada uno de nuestros hermanos construya sus proyectos particulares  bajo los criterios de respeto, libertad, fraternidad, amor  y por supuesto solidaridad.

No sé cuál es la circunstancia en particular que te ha llevado a llenarte de odio, pero con la experiencia que me da el ejercicio de mis actividades como hombre las cuales me ha llevado a conocer y a asesorar a tantas personas enfermas por el odio que guardan en su corazón, te invito  a que tomes conciencia que,  mientras el que ha fallado está llevando una vida tranquila,  tú estás consumiendo tu vida bajo las garras del odio y el resentimiento y lo que es peor estas desaprovechando tu capacidad creativa para construir para ti un proyecto de vida fuerte, fructífero y que beneficie a tu círculo más cercano por mantener tu mente ocupada renegando y maldiciendo a  esa persona. 

 Éste es el momento para que rompas esa cadena y pienses en lo que puedes hacer para ti y comiences desde ya a construirlo. Todo tiene un comienzo y este es el tiempo que Dios, por eso te animo a que lo aproveches y ten la certeza que dentro de poco tiempo podrás decir lo pude lograr. No olvides el odio estanca, el odio frena el crecimiento y lo peor el odio enferma. Dios te bendiga y espero que pronto puedas dar testimonio de lo que hayas logrado al dar ese paso.

Di conmigo, Señor te entrego ese odio y esa sed de venganza que tengo. Recibelas en tus manos  y has posible que no me siga haciendo daño, Ayúdame a perdonar ó por lo menos a recordar sin odio. Que vea en Ti el mejor ejemplo de alguien que ama sin medida, que perdona hasta el extremos. Gracias por impulsarme a amar como Tu, amen.

EN JESÚS NO HAY ESPACIO PARA EL TEMOR




Así que como el Señor ha sido de bendición para mí, lo es para ti. Confiando en ello, es por lo que hoy te animo a que fijes tu mirada en Jesús, en su estado de infancia para que descubras todo lo bueno, todo lo bello que Él quiere darte. Su venida a este mundo no ha sido por casualidad. Es el resultado final del amor más grande que Dios padre ha querido expresarte.

Desde la antigüedad Dios venía manifestándosele al hombre, pero este no le era fiel. Creía en ocasiones pero en otras volvía a darle la espalda a Dios. Les habló a través de los patriarcas, lo hizo a través de los reyes y los profetas y además a través de las circunstancias específicas que rodearon la permanencia del pueblo como esclavo en Egipto, su paso por el desierto hasta llegar a la Tierra prometida, luego el destierro hasta el retorno a Jerusalén. Dios siempre ha estado ahí, incluso en los momentos en que las personas le han dado la espada, Él ha sido fiel, ahora se nos manifiesta a través de su hijo, para expresarnos como han sido tan sordos y ciegos ahora, les envío a mi hijo y esa venida, mis hermanos tiene sentido en la media en que cada uno de nosotros le abramos el corazón.

La venida de Jesus debería implicar para ti, el reconocer que ya no tienes que seguir buscando en lugares equivocados porque en Él lo tienes todo. Jesús tiene para ti un nuevo plan de vida en el que ya no habrá angustias ni miedos, en Él todo es posible. De ti depende continuar sumergido en las penumbras del pasado y las inseguridades ó iniciar el recorrido de un nuevo camino de luz, de paz y de bendiciones para todo. Simplemente, da el paso.