sábado, 27 de julio de 2013

HOY DECIDO SER FELIZ

Hay algunas personas que piensan erróneamente que la felicidad es una meta que se alcanza, es decir, un punto de llegada y se olvidan de vivir cada minuto del día como lo que es, un regalo de Dios. En ese  afán de llegar a esa meta que supuestamente es la felicidad, desperdician la vida invirtiendo el mayor tempo posible en todo aquello que representa la acumulación de dinero, de poder, de fama, en todo lo que represente el aumento de su status. Sobre esta actitud, la palabra de Dios expresa: ¡qué necios son! De qué sirve todo eso si hoy te pido que me entregues la vida?  Yo le hago la misma pregunta a todos aquellos que se han olvidado de ser felices hoy por estar ocupados en la búsqueda de una felicidad futura.  De qué te sirve hacer todo lo que haces si te olvidaste de vivir, de disfrutar el hoy, de competir lo mejor de ti hoy y sobretodo disfrutar la compañía de quienes más amas hoy. Pensando en lo que debes hacer   para que, cuando llegue el ocaso de tu vida hayan muchas historias agradables que recordar y otras que  valgan la pena ser escritas,  te propongo lo siguiente:

Realiza un alto siempre que puedas para contemplar y disfrutar el camino recorrido.
Realiza un alto para descansar, reír y recuperar las fuerzas.
Realiza un alto para compartir con los tuyos y disfrutar de su compañía.
Realiza un alto para contemplar la belleza de la creación.
Realiza un alto para jugar a ser niño.
Realiza un alto para jugar con un niño.
Realiza un alto para escuchar a los otros  porque de ellos tienes mucho que aprender.
Realiza un alto para decir te quiero y para dar un abrazo.
Realiza un alto para pedir perdón por el bien que has dejado de hacer.
Realza un alto para limpiar tu corazón del odio y la amargura.
Realiza un alto para volver  a tomar oxígeno y respirar de manera profunda.
Realizan alto para disfrutar de los tuyos.
Realiza un alto para escuchar el consejo de tus padres, aún en la ancianidad pueden darte una luz.
Realiza un alto para solidarizaste con el más débil y traer alegría a su corazón.
Realiza un alto para reconocer que la principal motivación de tus batallas diarias no debe ser la producción de dinero.
Realiza un alto para dar y recibir amor.
Realiza un alto para el ocio y la recreación.
Realiza un alto para amar a tu familia y estar ahí junto a ella.
Realiza un alto para que  descubras que siempre habrá una mejor manera de ha en las cosas.
Realiza un alto para orar y encontrarte con Dios
Realiza un alto para hacer la voluntad de  Dios.