Dada
las circunstancias que rodean a la
persona por la falta de tiempo, de recursos, las carreras diarias por ocupar
los primeros puestos generan estados de
ansiedad que se han convertido en
caldo de cultivo para que aumente el
número de pacientes depresivos, pero ¿Cómo puede un paciente depresivo salir de
un estado de crisis? Aunque el proceso de recuperación no ocurre de manera
rápida, sino que es lento y que podría
requerir de un tratamiento con
profesionales y expertos en el tema, sugerimos las siguientes recomendaciones:
a.- Buscar
toda la literatura posible relacionada con el tema. En la medida en que conozca
más sobre la enfermedad tendrá más y mejores posibilidades de
maniobrabilidad para evitar caer en ella
o, en su defecto, para enfrentarla cuando lleguen las crisis.
b.- Reconocer que la depresión es una enfermedad
o trastorno que en ocasiones se sale del
control de la persona que la padece, por ello hay que estar vigilantes.
c.- Centra la atención en los aspectos positivos de la vida, y para
ello debes valorar los logros que has obtenido como persona, como profesional.
d.- No magnifiques las experiencias negativas ni
te responsabilices de ellas.
e.- Esfuérzate por descubrir los talentos que tienes y, además, llévalos a una etapa productiva, es decir, poténcialos.
f.- Hacer una buena distribución del tiempo, para
ello debes alternar el trabajo o estudio con espacios para la lectura, para ir
al cine, caminar, escuchar música, tener
vida social, es decir, ampliar el círculo, bailar, practicar algún deporte mínimo
40 minutos o una hora cada día.
g.- Llevar una agenda diaria de compromisos y
tareas.
h.- Escribir un proyecto de vida y mantenerlo en
lugar de fácil ubicación. En éste debe consignar metas a corto y a largo plazo y debe, en lo posible, cada
cierto tiempo hacer las evaluaciones y los ajustes que sean necesarios.
i.-Inscribible en algún curso o en una nueva
carrera universitaria, sin importar la edad que tengas. La búsqueda del
conocimiento y la perfección humana son una oportunidad única para vencer los
estados depresivos.
j.- Desarrolla
el don de la amistad, además de fortalecer tus relaciones actuales de
amistad, conviene mucho ampliar el círculo de amigos, es decir busca nuevos
amigos, por intereses comunes y por aficiones. Esto porque no todas las personas disfrutan todo lo que tú
disfrutas.
k.-Trata de identificar nuevos gustos y
aficiones y reorienta tu vida hacia ese punto, tal vez lo que hacías
y vivías hasta ahora ya no te apasionan. La pasión y el amor por lo que hacemos nos permite estar concentrados y con los ánimos bien
arriba.
l.- Socializar sus problemas personales, sus
dudas, sus miedos con terceras personas, amigo de confianza, asesor espiritual o psicológico. Eso amplia la visión de las problemáticas
y se generan nuevas luces con respecto a
la manera de enfrentar las dificultades.
ll.-Tomar conciencia de que en sus manos está la posibilidad de recuperarse.
m.- Los familiares y amigos de un depresivo tienen una gran responsabilidad para ayudar a recuperar al enfermo, para
ello han de estar ahí, deberán ser
comprensivos, acompañar y llevar al especialista siempre que sea necesario.
n.-Participa en actividades lúdicas y recreativas
que te permitan el goce y el disfrute.
ñ.- Evita la soledad.- Es usual que una persona con estados
depresivos se aísle de los grupos sociales, de los amigos, hasta de la misma
familia y esto en vez de ayudar a
recuperar a la persona, termina por
ahondar la crisis.
o.-Abrirse a
una experiencia espiritual. Soy
un hombre de fe y, como tal, la experiencia
de Dios me ha mostrado que se puede
salir de un estado depresivo cuando abrimos el corazón al Señor, cuando además
leemos su Palabra y tratamos de poner en práctica sus enseñanzas. La Biblia
tiene una riqueza extraordinaria de
mensajes que nos ayudan a levantar el
ánimo, que nos ayudan a encontrar en Él
la respuesta que estamos buscando y, sobre todo, para llenar los vacíos del
corazón. Es más fácil superar un estado
depresivo desde la experiencia de fe. ¡Contempla esta posibilidad! Realmente
vale la pena.
A propósito de mi
sugerencia sobre la necesidad de abrirse a una experiencia de Dios, para
encontrar en ella fortaleza, confianza y deseos de vivir y de luchar, dice el
Señor en su Palabra lo siguiente: “Me darás a conocer la senda de la vida; en
tu presencia hay plenitud de gozo, en tu diestra, deleites para siempre"(Salmo
16, 11). "Me has hecho conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo
con tu presencia" (Hechos 2,28). "Me gozaré y me alegraré en tu
misericordia, porque Tú has visto mi aflicción; has conocido las angustias de
mi alma, y no me has entregado en manos del enemigo; Tú has puesto mis pies en
lugar espacioso"(Salmo 31,7-8).[1]
De la misma manera, llénate de la confianza que te ofrece el texto de Isaías 41, 10 No temas porque yo estoy contigo; no desmayes porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
[1] Santa Biblia. Versión Biblia de América. Editorial Verbo Divino. 4ª edición. Madrid,
España .1999.