lunes, 8 de abril de 2013

¨¡NO MÁS EXCUSAS SÓLO ACTUEMOS BIEN!!


En este día te invito a revisar qué tan válidas son las excusas y razones que usas para justificar tus actos. 

Es común encontrar en los ambientes en los que nos movemos, a personas que, por tratar de justificarse en sus errores, en  sus olvidos, o en su incapacidad de hacer las cosas,  acuden a justificaciones que en ocasiones son hasta inverosímiles. No se si usted conoce personas así, pero yo me encuentro con ellas todos los días. Basta con que  preguntemos a alguien si  cumplió la promesa de dejar  de fumar, de beber  licor, o de  no continuar reuniéndose con aquellos que los inducen a actuar de manera equivocada.

 Si indagamos las excusas que se utilizan en la relación de pareja, muchas son hasta repetitivas. Por ejemplo las razones para justificar las llegadas tarde a casa suelen ser el exceso de trabajo  en la oficina,  el encuentro con algún amigo que hacía mucho tiempo no veía, no encontré taxi a tiempo o fue el carro  que  se  pinchó y lo peor, no te llamé para informarte porque la batería del celular se había agotado, como si no existiera en cada esquina de nuestras ciudades  personas ofreciendo el servicio de telefonía móvil.  En fin, las hay de todo tipo.

Quiero aclarar que no  pretendo afirmar que todas las excusas tienen algo  de falsedad, Dios me libre. Lo que pretendo es ayudarles a tomar conciencia de que en vez de  tratar de  justificar el porqué no  se actúa correctamente, preocúpese por cuidar cada acto de su vida y hágalo bien.  Soy incisivo   en esto, si hay algo que debe caracterizar a una persona que dice creer en Dios, es la fuerza de  la verdad,  su obsesión por la responsabilidad, su interés  en vivir  la  honestidad y la coherencia entre lo que dice y lo que vive. 

Valdría la pena hacer un inventario de cuáles son las excusas y las razones que utilizamos para justificar  los incumplimientos  y los errores.  Desde lo más profundo del corazón se debe tomar conciencia de lo que  se ha dejado de hacer,  del daño que nos hemos causado o le hemos causado a los demás con nuestras actuaciones, sobre todo a los más cercanos y trate de corregirse.  Estoy convencido que una persona cambia cuando quiere cambiar, no cuando los demás le dicen que cambie. Quizás   tu esposa, tu esposo, tus padres,  amigos o  tus hermanos, durante muchos años habrán  luchado para que seas una  mejor persona, pero te has hecho el sordo (a),  sería una grata sorpresa para todos que desde  este día noten que estas  haciendo el mejor de los esfuerzos por cambiar, por crecer, por vivir   en la luz y la verdad.  La decisión está en tus manos. Cuando sientas que no vas a poder acude a Dios en oración, ÉL te dará la fuerza    para vencer.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tus comentarios sobre los temas publicados aquí son muy importantes para nosotros, de antemano gracias por escribir.