Dios
te infinita misericordia, te doy gracias por éste momento que nos regalas
de hacer oración por cada una de esas
mujeres que han abandonado a sus hijos. Tú
nos has dicho siempre en tu palabra, que un corazón contrito, arrepentido y
humillado, Tú no lo desprecias, siempre y cuando ese arrepentimiento sea de
corazón. Tú no desprecias a nadie,
porque en tu corazón de Dios bueno, no hay espacios para el desprecio, para el
odio ni para el rencor. Tú nos amas y nos has amado desde siempre a pesar de
que nos hayamos equivocado. Hoy señor, reconociendo que Tú no desprecias
ni rechazas a quienes hemos sido creados
a tu imagen y semejanza, sino que nos amas y
nos has amado desde siempre
hasta el punto entregar tu vida
por nosotros, reconociendo esa verdad,
me atrevo a elevar una oración por las madres que han abandona a sus hijos.
No
sé Señor cuáles han sido las circunstancias para que ella haya dado ese paso del abandono, sólo tu las conoces.
Tal vez por miedo, Señor, al que dirán, porque vivieron un embarazo no deseado y desde el
inicio de su etapa de gestación se dijo
que lo pondrían en manos de alguien que
estuviera dispuesto a recibirlo y así lo hizo; otras porque no les interesaba
ser madre y porque vieron ese embarazo
como un accidente inesperado; otras
porque el niño o la niña era producto de una violación u otros porque aún no se tendría la madurez suficiente para
empezar esa nueva etapa; como decíamos Señor,
no sabemos la razón, sin embargo Tu si la conoces. Independientemente de cuál haya sido esas
motivaciones que impulsaron a una mujer a abandonar a su hijo
en este momento pongo en tus manos no sólo a ese niño
ó a esa niña, que en estos momentos
ya habrá crecido bajo la protección de una
nueva familia.
En el fondo de mi corazón, sé Señor, que
después de dar ese paso, esta mujer nunca más
ha tenido paz en su corazón, Se
que el sentimiento de culpa que la ha embargado durante todos estos años, le ha
impedido ser una persona feliz, sé que las cargas, las angustias sin saber qué
pudo haber pasado con su hijo o con su hija, la han convertido en una
persona insegura, tal vez resentida,
llena de prejuicios. La decisión que en un principio creyó le
serviría para quitarse un peso de encima, con el paso de los años se ha
convertido en una carga mayor, una carga que le llena de angustias, de dudas,
de múltiples interrogantes.
Interrogantes por no saber qué habrá sido de su hijo, porque nunca más volvió a saber de la
familias que lo recibió en su seno, o porque al entregarlo a través de las entidades del gobierno, se
mantuvo la confidencialidad del hogar receptor.
Pero hoy Señor, esas dudas, esos interrogantes cuando crecen
se han convertido en una bola de fuego inmanejable en su corazón, en sus pensamientos.
Aún, sin quererlo, cada día, afloran desde los rincones más profundos de su memoria
las imágenes de aquel pequeño, de aquella pequeña, el día que fue entregado en
adopción. Se lo imagina grande robusto, se lo imagina lleno de fuerza
y fuera del país, dominado otro
idioma. O será uno de esos niños que deambulan por la calle de la ciudad? No
sabe. Todo es incierto. Por todos esos sentimientos que embargan a estas madres,
es por lo que hago oración en ésta oportunidad.
Hoy
Señor, hago oración por ellas. Te pido
que las bendigas, te pido que las ayudes
en cada una de sus necesidades. Te pido que tomes su corazón, que tomes sus pensamientos
y los llenes de Ti Señor, que pueda creer en Ti, que no se sienta despreciada,
que no se sienta rechazada por Ti, mi
Dios, sino que al contrario se sienta
amada. A pesar de sus
sentimientos de culpa, Señor, hoy te pido
que le des la luz, hoy te pido que la fuerza de tu Espíritu Santo se
pose sobre ella y la lleve a entender
que, aunque fue una decisión que
le ha costado toda la vida, en su
momento fue la que consideró la mejor
para su hijo. Tal vez el tenerle a su
lado, lo hubiese privado de tener
mejores posibilidades. Ese pensamiento Señor, quiero que anime su corazón a partir de hoy, ese pensamiento
quiero que guíe sus pasos, ese pensamiento quiero que le lleve a levantar la
cabeza con valentía, con la tranquilidad que viene de Ti. Ahora permite
que se convierta en una mujer de oración, en una mujer que se abra plenamente a
Ti, para que seas Tú quien la sanes, la
liberes de sus angustias y además para
que los actos que realice hacia el futuro, los haga con la certeza de que está
haciendo lo correcto, Señor. Bendito seas.
Gracias por esta mujer, gracias por esta madre, gracias por esta
posibilidad que le brindas de iniciar una nueva vida a tu lado. Sé señor
que nada va a ser igual, todo será
mejor porque le vas a regalar pensamientos
nuevos, le vas a regalar ideas nuevas vas a llenarla de nuevos propósitos. Toma
esas ideas nuevas, toma esos propósitos y permite que desde lo que haga y viva
esta persona entienda que no está sola, está contigo, Tú la amas, Tú la
bendices, Tú le pondrás más y mejores posibilidades para estar bien y vivir
feliz.
Señor, gracias porque todo lo que haces es
bueno. Te doy gracias porque para cada
persona tienes una respuesta, para cada uno de nosotros tienes una misión que
siempre es nueva, que siempre construye que siempre trae esperanza y buenas
noticias para todos.
Aunque
sé que tú mujer has venido realizando esta oración con mucha fe, ahora te propongo que le abras le corazón a
Dios de manera plena. Dile Señor me entrego a Ti, te entrego corazón, mis pensamientos, mi vida toda, Señor la
pongo en tus manos. Quiero ser tuya Señor, quiero hacer tu voluntad. Si en el
pasado había actuado en contra de tus enseñanzas, desde hoy me quiero
comprometer a hacer tu voluntad, desde hoy
me quiero comprometer a seguir tus pasos. Que seas Tú guiándome, que
seas Tú dándome la paz, que seas Tu señor, dándome tu amor. Que nada me aparte de Ti, quiero caminar
contigo señor, quiero ser tuya señor, quiero vivir para Ti Bendito Seas. Toma
control de mi vida, que no se haga mi voluntad sino la tuya y que en
todo Señor, yo esté dispuesto a
obedecerte, que en todo yo esté dispuesto a escucharte y a hacer tu voluntad.
Aunque el mundo no crea, yo creeré en Ti porque me has perdonado y porque me has dado la muestra más grande de amor por Mí, me has entregado
tu vida. Gracias por esa entrega Señor, gracias por tu amor, Señor gracias por
ser mi Dios. Bendito seas hoy y siempre. Me siento afortunado al contar contigo.
Me siento bendecida al saber que no estoy sólo Tú estás llenándome de tu fuerza
y de tu amor, quiero poner en tus manos la vida de ese hijo que entregué en
adopción, tú sabes Señor lo que vivía durante esos días, no tengo necesidad de
contarte porque todo lo sabes, sin embargo Señor, bien sabes que tuve miedos,
que tuve dudas, y que después de esa decisión muchas cosas han pasado en mi
vida que no me han permitido ser libre,
algo me ha mantenido atado a esa decisión.
En
este momento te pido que bendigas a ese hijo en lugar donde se encuentre,
quiero que le llenes de Ti, quiero que lo cuides y le brindes muchas
oportunidades para que sea feliz y haga realidad sus sueños, te lo pido Señor. Bendícelo, protégelo y se
tu el guía y el consuelo que necesite siempre. de igual manera te pido que
bendigas a esa familia que lo acogió en su seno. Dales a todos, salud, dales a
todos prosperidad, dales a todos, mucha paz. Que éste acto de amor y de cariño
que han tenido con ese hijo mío, sea recompensado por Ti, a través de una vida larga y feliz. Gracias por esa familia,
gracias por ese hijo, y gracias Señor por acoger esta oración y por llenarme de
Tu paz, amen y amen.
Hola, tengo un cuñada que hace 3 años dejo a su niña a la abuelita y sus tías y ella iba los fines de semana a verse con ella, en este momento está separada del papá de sus hijos y está en depresión y este fin de semana trajo a su otro hijo y se lo dejo también a su abuela, por favor que consejo se le puede dar para que reflexione y confíe en la misericordia de Dios
ResponderBorrarBuenos días. TAnto tu cuñada como la abuelita deben revisar sus decisiones. Los hijos deben estar a cargo de sus padres no de los abuelos.
ResponderBorrar