El título que da nombre a
esta reflexión lo entiendo como un grito desesperado que nace de lo
más profundo de las entrañas de miles de mujeres
y también hombres quienes dicen haber hecho todo lo que está
a su alcance para salvar su relación de pareja, y a pesar de
todas esas búsquedas, a pesar de todas esas consultas a
amigos, a familiares y hasta expertos, sienten que ya han
tocado todas las puertas y ahora se sientan al borde del
precipicio. Creen que sólo falta que la brisa que genere un choque
más con esa persona que ama, sople levemente, y le lance al vacío.
En realidad quisiera tener la lámpara de Aladino en mis manos para frotar y satisfacer los deseos y
necesidades de cada uno de ustedes. Pero no cuento con esa
lámpara, solo estamos usted y yo. Usted del otro lado leyendo esta
reflexión, y yo de éste otro lado, escudriñando posibilidades que puedan
mostrarle un camino para que dé el siguiente paso. Insisto, no tengo una
fórmula mágica, solo quiero darle unas pautas sencillas que podrían
ayudarle. Estas son mis recomendaciones:
Lo primero que debe
hacer es calmarse. Así de simple, cálmese. No tiene sentido que usted siga
leyendo esta columna si no toma conciencia de la necesidad de mantener la
calma. Sé que puede estar pensando que está aterrorizada o aterrorizado
porque ve que su matrimonio se está yendo al piso y este iluso
le pide que se calme. ¿Cómo voy estar calmada (o) con éste tremendo problema
que se me viene encima? ¡La persona que amo está a punto de abandonarme y usted
me pide que me calme!... Así es, le pido el favor de calmarse. Y Si no logra
mantener la calma, le sugiero un ejercicio sencillo.
Haga una pausa antes de
seguir esta lectura. Cierre sus ojos y cuente mentalmente del uno al
cinco, de manera pausada así: uno…,
dos…, tres…, cuatro…, cinco…, al llegar a cinco
inhale aire levemente pero de manera profunda por la nariz, mientras mantiene
la boca cerrada. Retenga el aire en los pulmones tres segundos, luego
expúlselo suavemente por su boca, al final cuente mental e
inversamente del cinco al uno así: cinco…, cuatro…, tres…, dos…,
uno… . Repita el ejercicio, cuente primero mentalmente
del uno al cinco: uno…, dos…, tres…
, cuatro…, cinco…, ahora inhale por la nariz y con
la boca cerrada. Retenga el aire tres segundos y ahora expúlselo suavemente por
la boca y al final cuente mental e inversamente del cinco al
uno así: cinco…, cuatro…, tres…, dos…, uno…, haga este
ejercicio cinco veces antes de continuar esta lectura.
Si hizo el ejercicio
ahora puede continuar. Dígame ¿Cómo se
siente? Supongo que un poco mejor, ¿no es cierto?
¿Por qué le digo que
primero debe calmarse? Por una razón sencilla. Para que
puedas tener el control de sus emociones, que es la segunda
recomendación. Es urgente que las personas seamos capaces de controlar
la ira, la tristeza, el miedo y el resentimiento.
Si usted quiere aportarle algo positivo a su matrimonio,
así sea los últimos días que conviva con la pareja que ama, es dar muestra de
madurez en el control de las emociones. Quien no controla sus emociones,
está condenado a vivir bajo las garras de la ira, la amargura, la
tristeza o el miedo. Yo no sé usted, pero yo, no estoy dispuesto a
desperdiciar los mejores años de mi vida al lado de una persona llena de
ira, amargura, tristeza o el miedo. Es hartísimo convivir con
alguien así. Es hartísimo porque alguien con ira utiliza siempre palabras
ofensivas, hirientes. Todo le fastidia, todo le parece malo, está
permanentemente en la búsqueda de los errores del otro para
echarlos en cara, para señalar, para culpar, para encontrar responsables.
Muchas parejas se separan porque ninguno de sus miembros pudo
controlar sus emociones.
Ahora, ¿Hasta
cuándo se debe trabajar el control de las emociones? La
respuesta es hasta siempre. Debe trabajarlas hasta cuando
tengas conciencia, hasta el final de tus días. Cualquiera podría
estar pensando. Este columnista lo que quiere es que yo me vuelva tonto
y que no diga nada aunque mis derechos sean vulnerados. Yo no estoy
diciendo que te vuelvas tonto. Dios me libre. Sólo te digo que
controles tus emociones, quien controla sus emociones después no tiene de qué
arrepentirse. Generalmente las personas ofenden a los otros cuando han
perdido el control de las emociones. Eso es lo que quiero que sigas evitando.
Otra recomendación si va a
ofender, gritar o insultar a su pareja por cualquier situación le invito a que
antes de hacerlo haga el ejercicio de respiración que le indicamos arriba para
mantener la calma. Luego mantenga la boca cerrada.
Como ejercicio final en esta primera parte de éste material
que he preparado para usted, lo invito a hacer el siguiente ejercicio.
Identifique los errores
que usted ha cometido, en su relación de pareja, al dejarse llevar por la ira ó
un estado de tristeza intenso. Anótelas en un papel y asuma el propósito de no repetir esos errores en las próximas dos
semanas. Se sorprenderá de las cosas que pasarán en su vida. (Espere pronto la
parte dos).
bullshit ... cmo leo todp el articulo ???
ResponderBorrarEspero que ahora puedas. Gracias.
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