1.- Espera que en los momentos de dificultades no nos
desanimemos sino que sigamos en pie de lucha.
Todas las
personas pasamos por momentos de confusión,
por momentos en que no sabemos qué
decisión tomar porque no vemos
salidas ni solución a los problemas que
nos asfixian y es cuando pensamos que Dios se
ha olvidado de nosotros.
Esa situación la vivió
el pueblo de Israel al ser sacados de su país a la fuerza y llevados a Babilonia. Pasaron de vivir en
su propia tierra para ser explotados por el imperio. Esta situación los llevó a
perder toda esperanza hasta el punto que
algunos renegaban de ese Dios que les había prometido fidelidad en todo momento
y habían comenzado a poner su confianza en otros dioses.
En esas circunstancias el Señor les habló a través del
profeta Jeremías en estos términos: “Así
dice el Señor todo poderoso, el Dios de Israel, a todos los que hizo salir desterrados a Babilonia;
Construyan casas y establézcanse; planten árboles frutales, y coman de sus frutos. Cásense y tengan hijos
e hijas y que ellos también se casen y
tengan hijos. Aumenten en número allá y no disminuyan. Trabajen en favor de la ciudad a donde los desterré
y pídanme a mí por ella, porque del
bienestar de ella depende también el
bienestar de ustedes.” Jeremías 29, 4-7.
Varias ideas se desprende de este texto bíblico; Construyan su hogar, es decir echen raíces; cásense y tengas
hijos; Disfruten de lo que ´produzcan; sean productivos y hagan prosperar con
su trabajo al país donde viven y opren por sus gobernantes. De alguna manera
invita a seguir trabajando, a servir y a
clamar por quienes nos han hecho daño.
2.- Dios espera que
perseveremos en buenas acciones porque de esta manera cumplirá
sus promesas.
El cumplimiento de las promesas de Dios es el resultado
de nuestra confianza en Él y de las
acciones que tengamos y a través de las cuales se exprese esa confianza. Si bien Dios es generoso con todos, porque el solo alumbra para buenos y malos, Mateo 5,45.
Jeremias 29, 10-14 "«Cuando se cumplan los setenta
años en Babilonia, los visitaré y cumpliré mi promesa de hacerlos volver a su
país. Porque yo sé muy bien lo que haré por ustedes; les quiero dar paz y no
desgracia y un porvenir lleno de esperanza -palabra de Yavé-. Cuando me
invoquen y vengan a suplicarme, yo los escucharé; y cuando me busquen me
encontrarán, siempre que me imploren con todo su corazón. Entonces haré que me
encuentren; volverán sus desterrados, que yo reuniré de todos los países y de
todos los lugares a donde los expulsé. Y luego los haré volver de donde fueron
desterrados -palabra de Yavé-."
Dios
conoce los planes que tiene para nosotros, planes de paz y de esperanzas.
3.-
Dios espera que no tengamos Miedo. Mateo
10, 29-31; Josué 1,10 y Deuteronomio 31,8.
4.-
Dios espera que no olvidemos que todo contribuye para bien de quienes le
aman. Romanos 8,28
Oremos:
Señor
permite que nada me haga perder la confianza en Ti que eres un Dios de poder,
amen.
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