A partir de lo que hemos conocido sobre la psicología, no
es posible encasillar a la persona infiel en un solo prototipo, lo
anterior porque hay muchas condiciones innatas a la estructura o condición
mental del individuo que podría predisponerlo a buscar conexión emocional con alguien distinto a su pareja. Hay sin embargo ciertas condiciones y
comprensiones del amor que podrían abrir la ventana para que esos eventos de
infidelidad se den de manera más frecuente, por ejemplo.
Personas
con espíritu aventurero.
Aquellos individuos
que permanentemente están en la búsqueda de experiencias fuertes, que les gusta explorar, y que por su
propia naturaleza no se sienten cómodos
en ambientes de tranquilidad y
reposo. Buscan la novedad y quieren estar
conectados con muchos ambientes
que le resulten novedosos, osados o arriesgados.
El
ejercicio del liderazgo.
No quiero decir que todo líder es infiel, pero es claro
que el ejercicio del liderazgo que además permita conectar con las bases despierte el interés y la atracción sexual de
las personas del sexo opuesto que están en otros niveles de la escala de roles dentro de cualquier organización.
Los líderes lo saben y algunos lo aprovechan
para conectar, para seducir por eso son más propensos a caer en la infidelidad.
Lívido
elevado.
La complejidad de la
naturaleza humana nos hace diferentes
no solo en el color de piel, presencia física, en la forma de pensar,
actuar y en el
área sexual. Las personas no actuamos igual a las otras, insisto y en el plano
sexual mucho menos. Algunos tienen su lívido
muy bajo y por lo tanto pueden pasar
semanas e incluso meses sin sentir deseos
sexuales, otros sin embargo su configuración
hormonal los ha llevado a ser seres insaciables sexualmente
hablando. Si en la pareja se presentan
estas diferencias tiene que ser capaces
de hablar del tema para manejar, sino hablan aquel que no alcanza
a saciarse sexualmente en su
lecho marital lo va a buscar en la calle.
Por lo general son los hombres quienes
tienen mppas desarrollado estos deseos sexuales.
Concepción distorsionada del amor de pareja.
Así como en muchas
comunidades y experiencias religiosas se
habla del amor como la manera en la que Dios se manifiesta al hombre, en el que
es que paz de darlo todo, incluso la
vida de su hijo, por nuestra salvación, y
que desde su Palabra espera de nosotros una respuesta recíproca no solo con Él sino en nuestra relación con los otros: particulares, amigos,
familia y la pareja; hay otros grupos y tipos de personas
que conciben el amor de pareja de manera distinta, no es el amor que comparte, que
se da, que lo perdona todo sino el amor utilitarista, egocentrista, explotador y maltratador. Hay pareja
que miden la fuerza del amor del otro a partir de su capacidad de aguante y
entrega. Son relaciones enfermizas basadas en la mentira, la manipulación y el chantaje.
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