jueves, 6 de enero de 2011

FIN DEL MUNDO

 Un domingo estaba mi hijo Carlos  con unos amigos sentados en la puerta de nuestra  casa, cuando pasan un grupo de Testigos de Jehová, entre los cuales venían dos niños uno de 6 y otro de 7 años, aproximadamente. Al igual que los adultos, cada uno de estos niños, traían un maletín negro y una biblia entre sus manos. En cuanto se percataron de que Carlos y sus amigos los observaban, los dos niños, animados por los adultos, se adelantaron al grupo y se dirigieron hacían donde estos se encontraban. Parecían dos ancianos. Después de saludarlos iniciaron este sermón: "…niños, ustedes deben saber que el mundo se va a acabar muy pronto, todo será destruído por Dios  y sólo se van a salvar 144.000 personas y les tengo una buena noticia si quieren formar parte de aquellos que van a ser salvos, hoy estamos entregando, en nombre de Dios, el formulario para que ustedes se inscriban y sean parte de los primeros elegidos… ¿están interesados en recibirlo?..”

  Cuando escuché ese discurso, me confieso con ustedes, me llamó la atención, por dos cosas. Primero porque nadie sabe si el mundo se va a acabar pronto o dentro de mucho tiempo, eso sólo lo sabe Dios  y tal vez un grupo reducido de científicos que hayan descubiero, con sus estudios, algun cuerpo interespacial que se interponga  en la orbita de la tierra. Por fuera de esto, aquel que se atreva a dar fechas sobre el fin del mundo es un falso profeta, porque nadie más  sabe el día ni la hora. 

Segundo, me llamó la atención porque,  encima de eso, se atreven a dar cifras sobre el número de personas que van a ser salvos, cosa que también es falsa, porque se salva todo aquel que acepte a Jesucristo en su corazón. Por lo tanto se salvaran los mil, dos mil o tres mil millones de personas que le digan sí a Jesús.

Y tercero, también me llamó la atención  porque nadie puede decir que tiene en sus manos el formulario de inscripción para ser salvo. Ser elegidos o no,  no depende de nosotros, eso sólo depende de Dios. Creernos merecedores de la salvación, es una actitud arrogante, mesquina y tal vez utilitarista. Digo utilitarista por creer que  a Dios se le puede utilizar para perpetuar nuestra existencia en el mundo. No podemos nosotros incidir en las decisiones que sólo le competen al Señor. A los creyentes nos corresponde actuar de manera correcta  y siguiendo sus enseñanzas.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con sus comentarios acerca del fin del mundo ya que este se acaba cuando muere la persona y nuestra preocupación no debería ser esa, si no el que cada día cumpliecemos la voluntad de Dios para así de esta manera estar preparados para cuando Dios nos llame. ´Primero que todo debemos hacer nuestro proyecto de vida entendiendo cual es nuestra misión aca en la tierra, que no es otra que la de ayudar a salvar almas, es decir ayudar a nuestros hermanos en la vida diaria, que seamos luz que guie a otras personas a amar a Dios.

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