El adulterio
cometido por una de las partes, o por ambas es una de las principales razones
por la que los matrimonios se divorcian. Al adulterio se puede llegar por
muchas razones, pero ese será tema de otra reflexión. En esta oportunidad tratemos
de presentar algunas acciones para
aquellos matrimonios que viviendo una
crisis matrimonial, contemplan la posibilidad de Salvar su relación.
Ojalá sea de utilidad:
1.- Hablen y escúchense sin gritos, sin maltratos, sin culpar al otro, sin asumir el papel de
víctima eso sí con carácter. En dialogo
traten de identificar las causas de las dificultades,
2.- Reconozcan que ambas partes han cometido errores. Ambos han fallado por lo tanto ambos deben aportar para encontrar la
solución.
3.- Identificar
las heridas que se han abierto: dolor, resentimiento, ira. Esas heridas tienen
responsables y mutuamente debe hacer lo necesario para curarlas.
4.- Identificar si aún hay amor que los une, por lo menos un poco de
amor. El amor no desaparece de la noche a la mañana. Si han
tomado la decisión de continuar es porque el existe, sólo hay que avivarlo.
5.- Iniciar un proceso de perdón.
No es
fácil, tampoco es un proceso rápido. Para
llegar al perdón hay que recorrer un largo camino en el tiempo, sin embargo a él
se puede llegar pero hay que ser
pacientes.
6.- Reiniciar de nuevo el camino con transparencia y honestidad.
Para
recuperar la confianza hay que ser
transparente y honesto en los comportamientos.
7.- Permitir que la luz de Dios ilumine el camino que
recorrerán juntos.
Es más
fácil recuperar todo cuando le abrimos
un espacio a Dios… De otra manera es más
difícil. Él nos hace nuevas criaturas.
8.-Aceptar que con el
adulterio todos pierden.
Con el
adulterio nadie gana, al contrario todos
pierden: la familia, los esposos, los hijos.
9. Esperar, esperar y esperar.
Significa
que hay que ser pacientes. Actuar bien, compartir mucho con la pareja, amar. Sólo
el tiempo podrá ayudarnos a perdonar y reconquistar
10.- Recuperar el tiempo perdido.
Darle
a cada cosa y cada persona el tiempo que corresponde. Compartir en parejas, bailar, pasear, reír,
jugar, vivir y esforzarse para ser felices.
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