Quienes han tenido la posibilidad de observar la manera como un polluelo
sale del cascarón del huevo donde se ha formado como tal, saben que en medio de
la fragilidad de la nueva criatura, para
poder disfrutar de la vida, su primer reto ha de ser perforar con su pico el
cascarón y hacer fuerza desde adentro para romperlo, y una vez afuera echar
a andar. Aunque parezca una experiencia
dolorosa para el animal, con cada
picoteo, además de abrirse camino para
la vida, el leve movimiento va fortaleciendo sus músculos para poder presionar
hacia afuera y, luego, para sostenerse en pie. Si alguien cree que puede ayudar
rompiendo el huevo y facilitándole las
cosas, en vez de un bien le está
haciendo un daño, porque es un proceso
normal que debe vivir el animal para crecer sano y fuerte. Si lo sacas, el polluelo podrá
crecer, pero será un animal débil y raquítico.
Siempre que asumamos la actitud
de conquistar nuevas metas y de ir al encuentro
de Dios, porque estamos necesitados de algo, se van a presentar obstáculos,
se van a presentar barreras, pero éstas deben ser superadas. No las veas como una puerta infranqueable que se
levante entre tí y tus metas, al contrario, debes encontrar las llaves y abrirla porque esa puerta cerrada o ese
muro levantado delante de ti, sólo protegen
las bendiciones, los tesoros y
las metas que esperan por ti.
En la experiencia de fe, qué
bueno que podamos decirle al Señor “aquí estamos delante de Ti, aunque tengo dificultades, aquí estoy, Señor, aunque no tengo tiempo,
aunque hay muchas cosas por hacer, aquí estoy, Señor, aunque el día no me
alcanza por los múltiples compromisos,
siempre sacaré espacio para estar cerca de Ti, porque soy necesitado, Señor, y
Tú vienes a saciar esa necesidad que tengo.”
Jamás pretendas construir un proyecto sin que haya que superar
obstáculos, de ser así, todos construirían grandes obras. Cada uno de nosotros
tendremos delante de nuestros ojos caminos grandes por recorrer. La vida es una
batalla que hay que combatir todos los días. Si renuncio ante el primer
obstáculo me voy a estancar. Durante el recorrido de nuestra vida vamos a encontrarnos con muchos caídos, con muchas
personas que no fueron capaces de sobreponerse a las adversidades, se quedaron y se pasaron el resto de la vida lamentándose por lo que no pudieron hacer. Tú y yo estamos llamados a construir
una historia diferente, tú y yo estamos llamados a dejar huellas en el corazón
de nuestros hermanos y en el corazón de la sociedad, tú y yo estamos llamados a luchar duro y todos
los días por la conquista de nuestras metas. Vendrán obstáculos, vendrán barreras
pero con la ayuda de Dios y con las fuerzas que El nos ha dado las vamos a vencer porque en Cristo somos más que
vencedores. Hay algo más, cada obstáculo
que enfrentemos nos hace cada día más fuertes, nos hace cada día mejores, y no sé tú, pero yo cada día quiero ser mejor en aquello que haga.
Buenos días. Muy hermosa la reflexión. De cada obstáculo y de cada tropiezo en la vida hay algo importante que aprender. Sobreponerse y seguir adelante es característico de alguien que confía altamente en sí mismo. Muchas gracias.
ResponderBorrarAmén.
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