Siempre
habrá razones para hablar de la infidelidad, porque a pesar de que sobre el tema se ha escrito mucho y además a pesar de que se han diseñado terapias y
tratamientos tanto para evitarlas como para superar las crisis que estas originan, cada
día, más parejas y más familias terminan desquebrajadas y distanciadas por
sus efectos.
Paradójicamente a pesar de que el hombre es el único ser racional
sobre la faz de la tierra, capaz de decidir, de crear a partir de su
pensamiento, la ciencia tiene un aparente consenso en que el ser humano no
practica la monogamia por naturaleza. De hecho, “no hay ningún mamífero que lo
haga”, dice, Patricia Collyer en su
libro “Amores inconfesables, citando al psicólogo
Juan Molinari, quien también explicó en su momento que aparentemente, el hombre
tiene una “disponibilidad emotiva natural”, por sentirse atraído por más de una
persona en la vida, aunque esté aparentemente feliz y casado.
Particularmente considero que, aunque es normal que una persona tenga la disponibilidad emotiva natural” por sentirse
atraído por más de una persona en la vida, el sentirse atraído, o que nos llame la
atención alguna persona del sexo
opuesto, por su belleza, por su liderazgo o por sus logros, a mi juicio, no
implica que esos impulsos me deben
llevar detrás de esa persona hasta lograr que vaya conmigo a la cama. N o creo que esos impulsos no puedan ser
controlados. Estoy seguro que sí se pueden controlar, por una razón, somos
seres racionales, somos personas capaces de tomar decisiones, podemos decir
cuando hacer las cosas y cuando no hacerlas, además podemos decidir qué hacer y
qué no hacer. No es sano que la
psicología, y tampoco es sano para la sociedad moderna que se ubique al ser humano, inteligente,
racional, en el mismo nivel de los demás
mamíferos irracionales y salvajes. El
tigre, el león, los perros y demás
seres mamíferos que habitan nuestro
planeta, responden a sus instintos y no a la razón. Tú y yo somos diferentes,
por eso no admito que se justifique la
infidelidad como una respuesta
instintiva del ser humano y no lo admito, porque en nosotros prima la razón y
el juicio. Considero que un hombre o una
mujer caen en la infidelidad, por decisión personal, porque quisieron, aun a sabiendas que al ser descubiertos podrían arrojar por tierra
todo lo que se haya construido hasta el momento.
A partir de la experiencia personal y a
partir de lo que le he escuchado a las
parejas que han tenido que enfrentar el fenómeno de la infidelidad, hay sin
embargo algunas circunstancias que podrían llevarlo a tomar la decisión de ser infiel, insisto en ese
punto, podrían llevarlo a tomar la decisión, no es que lo obligue
instintivamente a actuar de esa manera
¿Cuáles son esos factores? A continuación relaciono algunos:
-Infidelidad
por adicción al sexo. Está demostrado que el
sexo puede llegar a ser adictivo como el apego y deseo desmedido por consumir
cualquier otra sustancia como el licor, cigarrillo, la cocaína u otras sustancias tóxicas. Cuando alguien cae en la adicción al sexo, es posible que
esté siempre en búsqueda de ese placer y si
no lo encuentra en su pareja estable, involucra a terceras personas, sin
comprometerse afectivamente. Es decir busca sexo por lo que este significa,
pero sin llegar a reemplazar el amor
por su pareja estable. En estos casos se requiere un tratamiento psicológico
para superar el mal.
-
Predisposición fisiológica.- Algunos individuos, por
fortuna en casos excepcionales, nacen
con una malformación en su sistema genital que los lleva a una predisposición
al disfrute sexual. Recientemente fue muy sonado el caso de aquella secretaria
que padecía de de éste mal y logró
que las directivas de la empresa para la que laboraba, le permitieran sacar tiempo para masturbarse.
Si no lo hacía su cuerpo no respondía a los compromisos laborales que había adquirido. En estos casos, como
decimos excepcionales, mientras no se corrija medica y científicamente esa
predisposición fisiológica o anatómica, la persona que la padece buscará la oportunidad
para tener sexo, sólo para saciar su sed.
-
Infidelidad por venganza.- Se da cuando una persona decide serle infiel a su pareja para
vengarse de algún comportamiento similar
de su acompañante sentimental, o por
otras actitudes que generan revalidad o distanciamientos entre ambos. En este
caso quien cae en la infidelidad, busca
y propicia la nueva relación que
puede ser breve o prolongada en el tiempo. La prolongación de la infidelidad en
el tiempo depende de lo gratificante que signifique el compartir con la nueva
persona.
- Infidelidad accidental.- Es aquella que se produce cuando confluyen las
circunstancias y el ambiente para ambos,
sin que haya habido con antelación la intención
de una de las partes por iniciar la
conquista. Puede presentarse en viajes de negocio, reuniones de trabajo de tipo laboral o académico, en reuniones
sociales, etc.
-
Infidelidad por presión de grupo.- Como su nombre lo
indica es aquella que se produce por la presión de grupo o por imitación de lo
que hacen los demás integrantes del equipo de estudio o de trabajo. Es más probable que caigan en éste juego las personas que tengan poco carácter y poca fuerza de voluntad para ir en contra de lo que dice la mayoría. Ejemplo:
este es el típico caso de la persona
que cae en la infidelidad porque todos
sus compañeros de trabajo o de estudio también son infieles y la pasan bien.
- El
oportunista. Es la persona que no le interesa tener una relación de infidelidad estable, sino que
ha decidido aprovechar las oportunidades
que se le presenta para serlo, sin asumir mayores compromisos. Es la
típica persona que dice que a papaya puesta papaya partida.
El
ocasional.-
Corresponde a las personas que son fieles e infieles por tiempos prolongados.
La utilizan como una estrategia para
cambiar de rutina, sólo que la mayoría
de las veces al caer en este juego ponen en grave peligro la estabilidad de su
hogar.
El egocentrista
.- Son aquellos que se creen el centro del
mundo, que quieren llamar la atención en todo lo que hacen y dicen. Que están
en una búsqueda constante del placer y el vivir bien porque creen que eso es la
felicidad y que se comprometen afectivamente con alguien solo mientras esa
persona aplauda sus decisiones y actuaciones y rompe la relación en el momento
en que se comience a convertir en una carga o
cuando la relación se hace tediosa.
Son los que dicen que se casan para ser felices y sui alguien se opone a
esa búsqueda de felicidad, lo apartan de su vida.
En todo caso a excepción de las personas que padecen de una predisposición fisiológica hacia el sexo desenfrenado,
todo infiel cae en el acto de manera
consciente e involuntaria, es decir, el in fiel, decide ser infiel. Por eso
no creo en el cuento de aquellos que dicen no quería hacerlo pero no pude
controlarme. Quien cae en la infidelidad
debe asumir las consecuencias de sus actos y puede recuperar lo perdido o lo
que está a punto de perder sólo si tiene fuerza de voluntad y lo decide.
MUY INTERESANTE Y PRECISO.
ResponderBorrarSI LOS PADRES NOS PREOCUPARAMOS MAS POR ESTA PROBLEMATICA, SI ESTO SE INCLUYERA EN LAS FORMACIONES QUE BRINDAN LAS ESCUELAS Y UNIVERSIDADES ENTRE OTRAS; NUESTROS JOVENES SERIAN MEJORES ADULTOS.
BENDICIONES.
GRACIAS POR ESCRIBIR.
Bueno, yo pienso que esto lleva cierta analogía con la crianza, por ejemplo: Una persona con unas buenas bases morales, éticas, afectivas, etc., tiene menos probabilidades de ser antisocial, delincuente, drogadicto, etc., igual en el matrimonio sucede lo mismo, siempre que se cultiven algunos principios de equidad (ponerse en los zapatos del otro es una práctica que ayuda mucho a ser fiel) acompañados de detalles románticos llenos de amor, conocer los límites y el respeto, pienso que se inmuniza a la pareja de ese flagelo que tanto afecta las bases de nuestra sociedad (La Familia). Creo firmemente que se puede cambiar la mentalidad machista de nosotros los hombres que por su naturaleza comportamental de género (puede observarse en cualquier especie del reino animal), tiende a pensar que puede estar con cuanta mujer se le cruce en el camino.
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