Amado Dios en
este momento me dirijo a Ti con todas las fuerzas de mi corazón para
poner en tus manos a mi madre que se encuentra en delicado estado de salud. Aunque
todo lo sabes de mí, me atrevo a decirte que en estos días, Señor, he tenido
mucho miedo de perderla. Ya es anciana, lo sé. También sé, amado Dios, que la
muerte no es el final, que esta vida pasa y un día tendremos que partir de este
mundo para encontrarnos contigo. Sin embargo
Señor, te suplico que me permitas disfrutar de su compañía por mucho tiempo.
Señor, Sé que estás aquí, sé que me conoces y también
la conoces a ella, sé que me escuchas y también la escuchas a ella. Mi madre
ama la vida, Señor, y me ama, disfruta de
mi compañía y es muy feliz cuando estoy a su lado. Permite Señor, que pueda
hacerla más feliz. Pasa tu mano por esa parte del cuerpo que
la ha puesto en riesgo,
reconstruye esos órganos afectados, despeja toda obstrucción de su sistema bronquial, de su sistema digestivo, toda
obstrucción del sistema sanguíneo o
neuronal, despeja Señor, los bloqueos nerviosos. Permite que su sangre
fluya sin inconvenientes y que su debilitado corazón siga dando impulsos de
vida.
Para Ti nada es imposible, Señor. Y Siempre escuchas
la oración de los que han puesto su confianza en Ti. Como creyente que soy, uno mi oración a la de
tu amado hijo Jesús cuando en Getsemaní, en esos momentos de angustia exclamó: “aparta
de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya.”
Aparta de nosotros todo temor, y permite que confiemos más en Ti.. Te doy gracias Señor por todo lo que me has
dado y me seguirás dando a través de ella, gracias por lo que haces y por lo que
vas a hacer, te doy gracias por tu
obra en ella, gracias porque siempre será la mejor para mí y la mejor para
ella. Sí Señor porque todo lo que viene de Ti es bueno, es lo justo, es lo
oportuno. Bendito y alabado seas por siempre Señor. Alabado sea tu santísimo
nombre, alabado y adorado sea el Espíritu
Santo, adorado y alabado sea tu amado Hijo Jesús, venerada sea por siempre tu santísima madre la
Virgen María, te amamos Señor, te
adoramos, te glorificamos, te exaltamos por ser nuestro Dios.
En estos momentos también pongo mi vida, mis pensamientos, mis temores en tus manos, permita pueda confiar y esperar
en Ti, y sobre todo Señor que sea capaz de darte la gloria por todo, amen y Amen.
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