sábado, 24 de diciembre de 2016

SEÑOR, SÁNAME DEL ODIO Y EL RESENTIMIENTO.



Pido al Señor en este momento que derrame abundantes bendiciones sobre ti que estás compartiendo conmigo este mensaje.  Y de manera particular clamo a Él para que rompa las cadenas   del odio y del resentimiento que tanto mal viene ocasionado a las familias.

Mis hermanos les invito a que pensemos unos instantes en esas circunstancias que han generado conflictos con algunos miembros de tu familia ó con algún amigo.

De manera particular me impacta mucho que   las autoridades digan  que  las temporadas del año  y espacios de reunión en los cuales se presentan más rencillas y violencia intrafamiliar sean la  temporada de navidad, de fin de año, día de la madre, día del padre, amor y amistad ó la celebración del cumpleaños de algunos de los progenitores.  Y al preguntar por qué se da eso? La respuesta es lapidaria: porque son las temporadas del año en donde la familia se reencuentra y porque bajo los efectos del licor, la gente se atreve a reclamarle a ese hermano, a ese tío que se ha equivocado, ó ha propiciado la malversación de los recursos que les pertenecían a todos, ó porque se han tomado decisiones sin construir consensos familiares, ahí comienza el problema que en muchos casos termina en tragedia.

Cuando me entero de tantas tragedias propiciadas por la intolerancia, la incomunicación y la falta de afecto entre la familia, les confieso que pienso en mi propia familia. Sin pretender presentarla  como modelo, porque al igual que la tuya tiene muchos defectos y cosas por corregir,  descubro como la misericordia de Dios ha estado con nosotros y cómo,  animados por el ejemplo de nuestros padres,  hemos sido capaces de construir proyectos comunes siendo solidarios y, al  mismo tiempo,  cooperadores entre todos para para que cada uno de nuestros hermanos construya sus proyectos particulares  bajo los criterios de respeto, libertad, fraternidad, amor  y por supuesto solidaridad.

No sé cuál es la circunstancia en particular que te ha llevado a llenarte de odio, pero con la experiencia que me da el ejercicio de mis actividades como hombre las cuales me ha llevado a conocer y a asesorar a tantas personas enfermas por el odio que guardan en su corazón, te invito  a que tomes conciencia que,  mientras el que ha fallado está llevando una vida tranquila,  tú estás consumiendo tu vida bajo las garras del odio y el resentimiento y lo que es peor estas desaprovechando tu capacidad creativa para construir para ti un proyecto de vida fuerte, fructífero y que beneficie a tu círculo más cercano por mantener tu mente ocupada renegando y maldiciendo a  esa persona. 

 Éste es el momento para que rompas esa cadena y pienses en lo que puedes hacer para ti y comiences desde ya a construirlo. Todo tiene un comienzo y este es el tiempo que Dios, por eso te animo a que lo aproveches y ten la certeza que dentro de poco tiempo podrás decir lo pude lograr. No olvides el odio estanca, el odio frena el crecimiento y lo peor el odio enferma. Dios te bendiga y espero que pronto puedas dar testimonio de lo que hayas logrado al dar ese paso.

Di conmigo, Señor te entrego ese odio y esa sed de venganza que tengo. Recibelas en tus manos  y has posible que no me siga haciendo daño, Ayúdame a perdonar ó por lo menos a recordar sin odio. Que vea en Ti el mejor ejemplo de alguien que ama sin medida, que perdona hasta el extremos. Gracias por impulsarme a amar como Tu, amen.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tus comentarios sobre los temas publicados aquí son muy importantes para nosotros, de antemano gracias por escribir.