ORACION DE ENTREGA A DIOS

Señor Tú me conoces, nada hay en mí que sea desconocido por un Dios grande y maravilloso como Tú. Así lo creo Señor porque me lo has enseñado a través de tu palabra cuando nos dices que hasta los cabellos de nuestra cabeza están contados, Mt, 10,30; además nos recuerdas que no se ha formado una idea en mi mente, cuando ya Tú la sabes. No sólo conoces cada parte de mi cuerpo y de mi mente, sino que conoces las necesidades por las que atravieso. Aún, siendo consciente de esa realidad   me atrevo a levantar mis manos para clamar tu misericordia y tu presencia en mi vida. Estoy necesitado de Ti, en este instante Señor, te pido que tomes en tus manos esas necesidades que tengo y que en ocasiones me llenan de confusión, me desorienta, y me hacen sentir incapaz, cuando en realidad tengo todo para levantarme y vencer.  Te entrego mi cansancio físico, te entrego mis batallas diarias, las labores que realizo en mi trabajo y en el hogar. Que pueda, desde esas labores, reconocer las bendiciones que me regalas cada día. Aleja el desaliento, el poco interés en hacer las cosas bien.

 Tú eres un Dios de orden, por lo que pongo en tus manos esas áreas de mi vida que necesitan ser transformadas, renovadas y que necesitan ser sanadas como el pesimismo, la poca fe, los miedos y el pecado. 

Quiero ser una persona nueva, quiero confiaren Ti, quiero esperar en Ti, mi Dios. Te amo y te bendigo porque eres mi Dios, bendito seas Señor.

Toma en tus manos las relaciones que tengo con cada miembro de mi familia, con aquellos con los que he tenido alguna diferencia. Que pueda liberar mi corazón del resentimiento y del odio para acercarme y aceptar a ese ser querido tal y como es Señor. Toma mis necesidades materiales, que a partir de las labores que realizó pueda percibir los recursos necesarios para llevar a mi hogar lo que necesito.

Te presento la salud de cada miembro de mi familia y mi propia salud, Señor. Si hay alguna enfermedad en formación libérame de ella, pasa tu mano sanadora y límpiame Dios. Confío en que por el amor que nos tiene derramarás bendiciones sobre mí, abrirás las puertas que han permanecido cerradas para que con mi vida y mis palabras pueda darle testimonio al mundo de tus maravillas. Todo esto te lo pido a Ti que me amas y vives y reinas por los siglos de los siglos, amen.